Un misterioso viaje a Asia sin fecha de retorno
El presidente peruano, Alberto Fujimori, se encuentra alojado en el hotel New Otani, de Tokio.
El presidente peruano, Alberto Fujimori, se encuentra alojado en el hotel New Otani, de Tokio. Hasta allí llegó, tras un misterioso viaje que se inició en Lima el pasado 13 de noviembre y que todavía no tiene fecha de retorno.A primera hora del 13 de noviembre, la secretaría de prensa del palacio presidencial difundió un comunicado anunciando el allanamiento en la casa de la playa del ex jefe de los servicios secretos Vladimiro Montesinos. Inmediatamente, los periodistas adscritos a la sede del Gobierno partieron hacia la casa de Montesinos, lo que permitió a Fujimori tomar el avión presidencial burlando a la prensa. Horas después, a las 11.25 de la mañana (hora local), otra nota de prensa confirmaba su partida.
Los hombres de prensa del presidente informaron que ésta había viajado hacia el sultanato de Brunei, para asistir a la cumbre de jefes de Estado de la APEC (Cooperación Asia-Pacífico) y que de allí viajaría a Panamá para participar en la X Cumbre Iberoamericana. Con respecto a esta cumbre, el jefe de la Seguridad del Estado de Panamá, Pablo Quintero Luna, reveló ayer que investigó una denuncia sobre la existencia de un compló para acabar con la vida de Fujimori durante el evento.
Además, los hombres de prensa de Fujimori informaron de que volvería a Perú ayer. La realidad fue otra. Fujimori se demoró 36 horas para llegar a Brunei, sin que nadie sepa por qué. Luego, el ex congresista José Barba Caballero denunció que Fujimori estaría intentando conseguir asilo político en Malaisia y que había viajado con 30 paquetes, como si se tratara de una mudanza. Barba fue desmentido por tres ministros de Fujimori, mientras el misterio del viaje continuaba.
Se supo que Fujimori dejó Brunei sin asistir a la clausura de la APEC, supuesto motivo de su viaje. De allí pasó por Singapur y luego se detuvo en Malaisia para finalmente llegar a Tokio el viernes a las 6.55 de la mañana.
Rápidamente, sus ministros se inventaron toda suerte de argumentos y razones para la permanencia de Fujimori en Japón. El ministro de Economía, Carlos Boloña, dijo que había ido a gestionar personalmente un crédito al Gobierno japonés para equilibrar el presupuesto para de 2001. También se dijo que se reuniría con el presidente del Banco Oficial Japonés para la Cooperación Internacional.
Pero llegó luego el desmentido de las autoridades japonesas. El ministro de Relaciones Exteriores japonés dijo que Fujimori no había hecho ninguna solicitud de entrevistas con funcionarios del Gobierno de Tokio.
A pesar de estas declaraciones, fue publicada una resolución suprema en el diario oficial El Peruano en la que se anunciaba que Fujimori permanecería en Japón hasta el miércoles 22. Nuevamente, sin mayores explicaciones ni detalles.
Las autoridades japonesas, por su parte, señalaron que el presidente Fujimori permanecía en el país, por razones de salud: una gripe.
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