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El presunto asesino de Buesa 'estudió' en Vitoria para vigilar a su víctima

Presión sobre el decanato

Asier Karreras, presunto asesino del dirigente socialista alavés Fernando Buesa y su escolta Jorge Díez, se matriculó seis meses antes del crimen en la Facultad de Historia de la Universidad del País Vasco, ubicada en el campus de Vitoria, lo que le proporcionó coartada y libertad de movimientos para vigilar los hábitos del político asesinado. Buesa vivía muy cerca del recinto universitario, separado su domicilio sólo por un parque del aulario frente al que murió.Karreras, originario de Pamplona, se matriculó de primer curso con 25 años. El etarra se presentó a examen en una sola asignatura, precisamente unos días antes del atentado (22 de febrero), y después desapareció. Su condición de estudiante universitario matriculado en unas de las facultades del campus le permitió moverse con comodidad por él sin despertar sospechas, ya que, al parecer, además no se hacía notar en actividades de agitación ni se le vio participar en las que otros convocaban.

El etarra fue identificado como uno de los ocupantes del piso, también cercano al campus de Vitoria, donde agentes del Cuerpo Nacional de Policía se incautaron en julio de 80 kilos de explosivos y datos sobre objetivos de ETA. Fuentes del Ministerio de Interior señalaron que fue una investigación iniciada en Pamplona sobre sospechosos de actos de violencia callejera la que condujo al descubrimiento de esta vivienda, días después del asesinato de Buesa. La policía decidió intervenir la vivienda en julio tras comprobar que el comando la había abandonado y nadie se acercaba a ella.

Tras su detención en Bilbao el viernes de la semana pasada, confesó ante la policía haber sido él quien accionó el mando a distancia que hizo explotar el coche bomba al paso de Buesa y su escolta y que también él mismo reservó con su propio vehículo el lugar que luego cedió al coche bomba.

Tras la detención de Karreras, representantes del Consejo de Estudiantes del centro, controlado por Ikasle Abertzaleak, el sindicato estudiantil del conglomerado radical abertzale, se personaron en el decanato para pedir una junta extraordinaria de Facultad y un posicionamiento de ésta cuestionando las detenciones y denunciando las supuestas torturas que Karreras y su compañera de comando Olatz Caminos, que también fue alumna del centro, pudieran estar sufriendo. Los radicales reclamaban la reunión, que no se celebró, invocando precedentes de convocatorias de ese órgano por asuntos a su juicio "nimios" o "menores", entre los que citaron profusamente la condena por la Junta de Facultad de los ataques que destruyeron por dos veces el vehículo del profesor del centro Txema Portillo, actualmente en Estados Unidos. Además, rehusaron suscribir un texto condenando cualquier acción violenta o muerte que los detenidos hubieran podido causar.

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