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Nuevo golpe de los GRAPO

Los GRAPO matan a un policía de un tiro en la nuca en la puerta de un colegio de Madrid

Jorge A. Rodríguez

Dos terroristas de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) mataron ayer de un tiro en la nuca al agente del Cuerpo Nacional de Policía Francisco Javier Sanz Morales, de 28 años. El agente, adscrito a la Policía de Proximidad del distrito de Carabanchel (Madrid), fue asesinado en la puerta del colegio Luz Casanova, en la calle de la Alondra, donde acababa de hablar con la directora del centro. La pistola usada en el crimen, una FBP checa del calibre 9 milímetros, ya fue utilizada por los GRAPO el 8 de mayo, en el asalto a un furgón blindado en Vigo en el que murieron dos vigilantes.

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El agente Sanz Morales, un vallisoletano casado hace aproximadamente un año, llevaba patrullando toda la mañana en solitario por el barrio de Carabanchel, donde estaba destinado desde hace un año como miembro del llamado Módulo Integral de Proximidad (MIP) II de la comisaría del distrito. Luego estuvo en las cercanas dependencias del Sindicato Unificado de Policía (SUP), del que era afiliado, para hacer una consulta sobre un asunto de Hacienda.Sobre las 11.15 de ayer, el agente aparcó su scooter policial (matrícula DGP-4677-M) entre dos coches en la acera contraria al colegio privado concertado Luz Casanova (propiedad de la Fundación Educación Católica). "Era la primera vez que venía y quería presentarse a la directora, Raquel Pérez, y que los chavales que vienen a este colegio, algo más de 200, lo conocieran", aseguraba sobre las 15.00 de ayer Luis Centeno, abogado de la fundación, ya que la directora estaba aún conmocionada.

El policía y la docente estuvieron charlando una media hora. Muy poco antes de las 12.20, Francisco Javier Sanz, policía desde 1996, salió del colegio, cruzó la estrecha calzada de la calle de la Alondra y se encaminó hacia su moto. El agente llegó a entablar una pequeña conversación con dos jóvenes vestidos de oscuro, quienes, según los testigos, le hicieron una pregunta para distraerle y encañonarle.

Uno de los dos terroristas, que según un testigo ocultaba el arma en un abrigo que llevaba doblado en el brazo derecho, le disparó un tiro en la nuca y posiblemente intentó rematar al agente, aunque todos los indicios apuntan a que la pistola se le encasquilló. La policía halló en el lugar del crimen un casquillo y una bala sin percutir, ambas del calibre nueve milímetros Parabellum de la marca Santa Barbara, que posiblemente escupió la pistola cuando el activista supuestamente forzó el carro del arma.

Los activistas robaron la pistola reglamentaria de su víctima y escaparon a la carrera por la calle de la Alondra, torcieron por la de Matilde Hernández (donde tropezaron con una mujer y su hijo) y sigueron por la calle de la Gaviota, presumiblemente hacia la cercana boca de metro de Oporto, sita en la calle del General Ricardos. Los investigadores no han podido precisar aún si los terroristas se fugaron posteriormente en dicho transporte público o si utilizaron un Seat Toledo de color blanco.Las huellas dactilares dejadas por los grapos en una furgoneta aparcada en el lugar del crimen y el testimonio de algunos vecinos han permitido identificar a Marcos Martín Ponce e Israel Torralba como los dos terroristas que perpetraron el asesinato. Torralba participó en el asalto al furgón de Vigo, en el que estuvo implicado el dirigente de la banda Fernando Silva Sande (detenido en París el 9 de noviembre), por lo que se presume que fue quien efectuó el disparo que mató casi de forma instantánea a Sanz Morales. Martín Ponce supuestamente participó en otro atraco frustrado a un furgón blindado que los GRAPO perpetraron en diciembre del año pasado en un centro comercial de Leganés (Madrid). En ambos casos, los terroristas utilizaron bombas lapa para reventar el vehículo y acribillaron a balazos a su objetivos, aunque no los mataron.

El agente fue trasladado de forma urgente al hospital Clínico, donde llegó aún con pulso debido a que pudo ser reanimado durante el traslado en una ambulancia del Samur. El agente presentaba un único disparo, con orificio de entrada en la nuca y salida por la sien derecha. La marca estrellada del orificio de entrada indica que el disparo fue efectuado a menos de medio metro de distancia, mientras el agente hacía, al parecer, un movimiento ascendente con la cabeza, según fuentes de la investigación.

"Falleció prácticamente en el lugar del crimen, pero como era un hombre joven y fuerte se intentó lo imposible por recuperarlo, pero cuando llegó al centro estaba clínicamente muerto", indicó un portavoz del centro médico. La familia del agente decidió donar los órganos.

Los GRAPO cumplen así un vaticinio de los responsables de la lucha antiterrorista, que estaban convencidos de que los cuatro o cinco activistas que conserva la banda iban a responder a la desarticulación de su cúpula en París. Este grupo terrorista se ha cobrado así su víctima mortal número 83 (29 de ellas policías) en sus 25 años de existencia.

El funeral se celebra hoy en La Cistérniga (Valladolid) a las 12.30. Acudirá el ministro del Interior, Jaime Mayor.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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