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Turismo inglés

El turismo andaluz tiene, cada año, una cita obligada en Londres, en la feria turística más importante del mundo. No hay político, empresario, agente de viajes que no asista si quiere tener un plan de negocio cara al futuro. El turismo inglés, para Andalucía es como el maná bíblico. Y para las zonas turísticas de sol y playa, como la Costa del Sol, es como si todo Wall Street apostara por ella. El turismo se mueve a golpe de dólares, libras y marcos. Quien no entienda esto es que está fuera de mercado. La Junta de Andalucía, los patronatos de Turismo, municipios y empresas andaluzas, conscientes de la importancia del turismo inglés, han tirado la casa por la ventana en Londres. Si flaquea este turismo, los números rojos sobrevolarán las empresas como pájaros de mal agüero. Por eso, las señales de alerta han sonado. Parece que el turismo inglés podría bajar en porcentaje importante. No se sabe si es una estrategia de los operadores británicos para conseguir mejores precios o, si como se afirma, el turista inglés espera hasta última hora para contratar confiando en rebajas u ofertas de saldo.Estas señales, quizá todavía humo, deben servir para que Andalucía escarmiente en cabeza ajena, o sea Baleares, que con un crecimiento desaforado ha hecho que alemanes e ingleses se lo piensen dos veces antes de contratar sus vacaciones. De entrada y pese a las reticencias mostradas por ayuntamientos y empresas, el consejero de Turismo, José Hurtado, ha vuelto a dar la señal de alarma: no puede Andalucía crecer en su oferta turística hasta el infinito, sobre todo en las zonas de sol y playa. Todo lo contrario. La apuesta de futuro está en sectores complementarios como el turismo cultural, de ocio, deportivo y medioambiental. Es una llamada a poner en valor el enorme patrimonio cultural y de naturaleza que ofrece la Andalucía del interior. Los turistas ingleses seguirán viniendo al sol y la playa, pero cada vez son más exigentes en la relación calidad-precio y en la busca de otros alicientes. No detectar esta tendencia, exigida también por los alemanes, es cerrarse al futuro. El consejero Hurtado ha dicho que en esta legislatura no se impondrá la "ecotasa". Antes sería por encima de su cadáver político.

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