Dos cazas rusos burlan el sistema de defensa estadounidense
El arriesgado recurso de la fuerza aérea rusa a incursiones esporádicas que ponen a prueba el sistema de defensa norteamericano ha tenido recientemente una doble manifestación de la que ayer se envaneció su comandante jefe, Anatoli Kornúkov. El general reconoció a la agencia RIA la veracidad de la información publicada por el diario Izvestia: el 17 de octubre y el 9 de noviembre, aparatos rusos burlaron los sistemas de seguridad del portaaviones estadounidense Kitty Hawk, de maniobras en el mar de Japón."Para los norteamericanos", señaló Kornukov, la presencia sobre sus cabezas de los aviones de reconocimiento Su-24 y cazas Su-27 "fue una sopresa absoluta". Las fotografías tomadas, añadió, "muestran claramente el pánico a bordo del portaaviones", que estaba repostando combustible.
Fue una reminiscencia de la guerra fría que, al parecer, no violó ningún convenio internacional ni tuvo consecuencias graves, ya que, según Kornukov, los norteamericanos "no emprendieron ninguna acción provocadora".
El incidente fue un prólogo (tal vez premeditado) al almuerzo que ayer compartieron en Brunei Vladímir Putin y Bill Clinton, última de las 23 citas del presidente norteamericano con sus homólogos rusos, 19 de ellas con Borís Yeltsin.
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