El Gobierno vasco rechaza la reforma de la secundaria porque "invade competencias"

El Ministerio de Educación informó ayer por primera vez a todas las comunidades autónomas del contenido de la reforma de la educación secundaria. El Gobierno vasco se desmarcó del pacto aceptado por las comunidades gobernadas por CiU y el PSOE, que lo condicionaron a la financiación prometida por Educación. El Gobierno vasco señaló que ha elaborado un informe que indica que el "escandaloso aumento de contenidos supone una invasión de las competencias autonómicas". CiU manifestó que la reforma "no es revolucionaria", que "apenas cambiará la educación de los niños catalanes" y que "estudia evitar la distribución de materias por cursos en la ESO que señala esta reforma".

El viceconsejero de Educación del Gobierno vasco, Alfonso Unceta, vertió ayer duras acusaciones sobre la reforma de los contenidos mínimos (los que marca el Estado para toda España) del Ministerio de Educación. El Gobierno vasco considera que este proyecto refleja "un cambio de filosofía educativa y es la antesala de cambios futuros más serios y muy preocupantes, que incluso pueden poner en riesgo la igualdad de oportunidades, que tanto ha costado conseguir". Unceta explica dónde está, a su juicio, el problema más importante, por el que se invaden las competencias autónomicas: "Según un informe de la reforma que hemos realizado, al comparar los temas y los epígrafes de cada materia con los que están actualmente en vigor, se observa un incremento mínimo del 100% de nuevos contenidos en casi todas las asignaturas. Cuando se trata de materias a las que se disminuye el horario, como la música, ese aumento se dispara". El Gobierno vasco asegura que, si se suman esos incrementos que se han hecho en cada asignatura que estudia cada alumno, "la cifra asciende a un 1.700% más de los contenidos que hay en la actualidad sólo en el mínimo que le corresponde fijar al Estado".

Unceta dice que esto significa que se está produciendo "una invasión clara de las competencias de las comunidades, al establecer un currículo tan amplio que se sale del 55% que debe fijar el Gobierno" en las comunidades con lengua propia y el 65%, en las que no la tienen. Y añade que, "si se aplica de verdad este escandaloso aumento de los contenidos se disparará notablemente el fracaso escolar en unos años y entonces el PP utilizará ese hecho como argumento para poner el marcha su plan de dividir a los niños en clases por rendimiento, es decir, por listos y tontos".

Según el estudio del Gobierno vasco, los contenidos de Lengua castellana, por ejemplo, aumentan con la reforma un 400%, los de educación física más del 300% y los de historia pasan de 7 bloques y 28 temas a 16 bloques y 37 temas.

Los vascos también critican "la rapidez con la que se pretende aprobar estos cambios en los currículos de todo el país, sin debate educativo, con falta de información a las comunidades y la sociedad y sin convocar a la Conferencia Sectorial, formada por los consejeros de Educación". En su lugar, el Gobierno ha citado a la llamada Comisión de Educación, formada por los viceconsejeros, que creó la ministra de Educación, Pilar del Castillo, antes del verano.

También resalta que se trata "de un cambio educativo en toda regla porque desaparece la parte en la que se decía cómo se debe enseñar cada materias y qué valores debe transmitir. En los objetivos lo deja, pero al no meterlo en los contenidos, es papel mojado".

Sin embargo, el portavoz de Educación de CiU en el Congreso, Ignasi Guardans, no lo considera ni mucho menos un cambio educativo en toda regla: "Lo que estudian los alumnos en Cataluña cambiará poco, no habrá incremento del horario. Básicamente cambiará en ese 55% de los contenidos mínimos, pero no es un reforma revolucionaria que ponga patas arriba el sistema educativo, y en Cataluña menos".

Guardans dice que las condiciones para aceptar el pacto han sido que "la reforma no hiciera imposible ejercer las competencias autonómicas de la Generalitat de Cataluña y que los contenidos que se impusieran no nos hicieran inasumile aceptarlo, aunque no sean los que hubieramos redactado nosotros". CiU dice que el Gobierno "se ha parado en la frontera en la que se tenía que parar" y destaca varios ejemplos que aparecen en el texto, que es, según Guardans, "una música en los antípodas de la que se intentó imponer en la época de Esperanza Aguirre".

Un ejemplo se encuentra en la introducción de la asignatura de historia de la ESO, donde se habla de que los alumnos adquieran el concepto de historia "asegurando la percepción de lo común y lo plural en la historia de España, con sus nacionalidades y regiones como parte de su patrimonio y su riqueza". Asimismo, en los objetivos de la asignatura de geografía e historia de la ESO se dice que los alumnos deben adquirir los conocimientos de historia "respetando y valorando los aspectos comunes y los de carácter diverso, con el fin de facilitar la comprensión de la posible pertenencia simultánea a más de una identidad colectiva".