Colectivo de Educación Especial
El colectivo de trabajadores del Centro Público de Educación Especial de Sordos, ante la información aparecida en el diario EL PAÍS del día 9 de noviembre de 2000, exponen:1. No se debe excusar el gamberrismo y las conductas agresivas que se producen en el centro por la falta de nivel en lengua de signos, ya que todos los trabajadores del centro al menos tienen los conocimientos básicos para comunicarse con los niños.
2. La responsabilidad no se puede achacar a la falta de comunicación de las cuidadoras, sino a los responsables del centro (falta de RRI, falta de proyecto que incluya a toda la comunidad educativa).
3. Las cuidadoras (técnicos especialistas III) cumplen los requisitos que la ley exige para trabajar, y los superan.
4. Estas dos personas, con 20 años de experiencia laboral en este centro, profesionalmente cumplieron con su deber no abandonando su puesto de trabajo aun estando lesionadas para evitar la reiterada agresión sobre una alumna.
5. En el centro se imparte formación solamente al personal sordo, por no poseer otra competencia que la lengua de signos, al resto de los trabajadores cualificados profesionalmente no se les forma en relación con los contenidos del proyecto bilingüe.
La supuesta especialización en lengua de signos la tienen que costear en horas extraescolares y de su propio bolsillo, salvo un curso de iniciación al mismo que se imparte en un horario al que no pueden acceder todos los trabajadores y que, por su contenido de conocimientos básicos, es superado por la gran mayoría de los profesionales.
Estos trabajadores manifiestan su total apoyo y solidaridad con las dos cuidadoras agredidas.- y 35 firmas más.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.