El Senado filipino juzgará al presidente Estrada por acusaciones de corrupción

El presidente de Filipinas, Joseph Estrada, tendrá que responder ante el Senado de su país de las acusaciones de corrupción lanzadas contra él por sus rivales políticos, después de que la Cámara baja aprobase ayer, en una tumultuosa sesión, la puesta en marcha del proceso para destituirlo. A pesar de la decisión de la Cámara baja y del acoso al que la oposición política, la influyente Iglesia católica y el mundo financiero filipino somete a Estrada desde hace semanas, el ex actor cinematográfico parece contar con el apoyo suficiente en el Senado para evitar su caída.El presidente de la Cámara baja, Manuel Villar, autorizó ayer el envío del caso al Senado sin efectuar una votación entre los diputados, que ya habían aprobado la medida la semana pasada en la comisión de Justicia. Los partidarios de Estrada reaccionaron con indignación y horas más tarde consiguieron sumar los apoyos suficientes para destituir a Villar. "La Cámara se transformó en un mercado, con gritos, aplausos y canciones", declaró el diputado Constantino Jaraula, de la coalición gubernamental. "Es lamentable que el presidente Villar lo consintiera", afirmó.

También fue cesado el presidente del Senado, Franklin Drilon, que junto a Villar había abandonado días antes la coalición gubernamental que sustenta al Gobierno para facilitar la destitución del presidente. El Senado aprobó el cese de Drilon por 12 votos a favor, 7 en contra, 2 abstenciones y 1 ausencia, lo que hace suponer que el presidente sigue contando con el respaldo de la mayoría en la Cámara alta.