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Pink Martini pone a su música el aire 'glamuroso' de Hollywood

Transformación

Un repertorio compuesto por temas como Amado mío, Qué será será, Brazil o Children of Piraeus del filme Nunca en domingo es, en sí, una propuesta estética. Los componentes del grupo norteamericanos Pink Martini, que concluyen hoy en Madrid (Sala Caracol) la gira que los ha traído por cinco ciudades españolas, fundan su espectáculo "en una atmósfera alegre y divertida", más que de un estilo musical, según Thomas Lauderdale, pianista de la banda."Todo nació en una fiesta en 1994", recuerda. "La idea era reunir canciones de varios idiomas y estilos distintos para crear un microcosmos donde todo coincida". Cantan en inglés, español, francés y hasta griego, se mueven entre el jazz, el bolero y la canción melódica. Su idea del mestizaje no va asociada a las músicas de raíces sino al terreno más cosmopolita y urbano, ese universo de la imaginación asociado a películas como Desayuno con diamantes o El guateque.

"Hay una cultura urbana que comparten muchos países, un ambiente como del downtown, de fotos y películas con cierto glamour. El de las películas del viejo Hollywood", afirma Lauderdale.

Nadie diría que la joven con gafas que hace punto al otro lado de la mesa es la misma cantante sensual y provocadora que está al frente de Pink Martini. La voz de China Forbes es el penetrante perfume de esta banda de satén, esmóquin y champán. "Al principio vestirme y cantar para el grupo era como convertirme en un personaje distinto a la persona que soy habitualmente", dice ella. "Pero con el tiempo me he ido transformando más en él y me siento cada vez más cómoda y natural como esa mujer sensual y seductora que canta junto al piano".Parte de los músicos de esta banda tienen formación clásica, y otros son autodidactas. "Thomas (el pianista) trata de meter lo clásico donde puede", dice la cantante. "Yo no tomé clases de canto hasta después de nuestro disco Sympatique".

"Creo que es muy excitante para alguien de formación clásica tocar en una banda como esta, donde puedes ser más individualista y donde todos juegan un papel muy destacado y fresco", opina Lauderdale.

El grupo se formó en Portland (Oregon) pero su espíritu es totalmente cosmopolita. "En Estados Unidos la gente tiene muy poca educación musical y no hay danzas propias como existen en Europa y en América Latina. Las emisoras de radio en EE UU también son mucho más limitadas que en Esropa, donde se escucha todo tipo de música. Por eso nuestra gira por Europa está yendo muy bien y nos sentimos muy satisfechos", afirma el pianista.

El próximo paso es un disco con temas propios. "Nos interesa componer canciones propias para ampliar nuestro repertorio y es en lo que estamos trabajando ahora. Nuestro gran reto es mantener en él el mismo feeling que en éste".

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