Ocho colegios públicos y concertados de Málaga inician en la lectura y la escritura a escolares con cuatro años

Son numerosos los centros privados que desde hace tiempo inician a sus alumnos en la lectura y la escritura de manera precoz. En los centros públicos y concertados la situación es distinta, ya que el Ministerio de Educación concede un margen de acción que va de los cinco a los seis años para enseñar a leer y escribir. El debate se centra en si a los cuatro años el niño ha alcanzado una madurez intelectual para aprender estas materias. Los profesores Juan Romero y María José González, del departamento de Psicología Evolutiva de la Universidad de Málaga, aseguran que a esa edad los escolares están preparados para iniciarse en las citadas áreas. El problema, añaden, es que este sistema requiere una mayor dedicación del profesorado y un incremento de la inversión, de ahí las trabas para llevarlo a cabo.De modo experimental, estos docentes han diseñado un programa para adelantar la enseñanza de la lectura y la escritura a los alumnos de cuatro años. El sistema, iniciado en el presente curso, lo aplican ocho colegios públicos y concertados de Málaga. Con cuatro años, los escolares se familiarizan con las vocales y las consonantes más fáciles, lo que les permite encadenar palabras y frases sencillas. Para alcanzar resultados óptimos, de las cuatro horas efectivas que los escolares de esta edad están en clase, dos y media deben girar en torno a la lectura y la escritura, afirman los expertos. El nivel de dificultad de las enseñanzas se eleva cada curso hasta los ocho años, edad a la que concluye el programa.

Los estudios previos realizados por el departamento de Psicología Evolutiva muestran importantes deficiencias en ortografía y en comprensión escrita en estudiantes de Primaria y Secundaria, es decir, que los alumnos no entienden lo que leen. Los maestros aseguran que las dificultades se presentan antes y los escolares cada vez llegan peor preparados a los sucesivos niveles de enseñanza. Otro aspecto que acentúa la tendencia negativa es que los hábitos de lectura descienden tanto en la escuela como en el hogar.

Los psicólogos están convencidos de que los actuales índices de fracaso escolar en ambos niveles escolares podrían mitigarse en gran medida con el adelantamiento de lo que denominan lectoescritura, al ser "factores íntimamente ligados". Esta metodología facilita que los escolares, que normalmente se inician en la lectura y escritura a los seis años, a ésta edad ya lean y escriban más y mejor, lo que disminuye las dificultades en el aprendizaje y permite a los maestros ahondar en la comprensión.