Bomba trampa de ETA en Intxaurrondo

Parte médico

Los agentes estaban analizando el tubo, cuya carga no había sido lanzada a la vez que otra granada, disparada dos horas antes y que no alcanzó el cuartel, cuando estalló la trampa. Seis de los heridos permanecían anoche hospitalizados -tres en estado muy grave y otros tres graves- mientras que los cuatro restantes, de carácter leve, fueron dados de alta durante el día de ayer tras ser atendidos de diversas lesiones.La secuencia de los hechos comenzó a las siete y cuarto de la mañana, cuando desde el cuartel de Intxaurrondo se oyó la detonación producida por el disparo de una granada procedente del barrio de Larratxo, del que le separan unos 400 metros en línea recta, al otro lado de la autopista Bilbao-Behobia. La Guardia Civil notificó a la Ertzaintza y al Cuerpo Nacional de Policía la explosión, por lo que agentes de los tres cuerpos se desplazaron a inspeccionar el lugar. Hora y media más tarde, hacia las nueve de la mañana, un vecino localizaba en una escombrera de la calle Txingudi, del citado barrio, tres tubos lanzagranadas de hierro incrustados en una base de hormigón que habían sido instalados apuntando hacia el acuartelamiento.

Una de las lanzaderas estaba destrozada, lo que demostraba que la granada ya había salido disparada, mientras otro tubo guardaba aún el proyectil en su interior. Los equipos de desactivación se dispusieron entonces a neutralizar el mecanismo de disparo mientras otros equipos de los gabinetes de policía científica empezaban a examinar los tubos.

Cuando se encontraban realizando esta tarea, hizo explosión la bomba trampa, escondida bajo la base del segundo tubo lanzador. La onda expansiva alcanzó a los 10 agentes. De la potencia de la deflagración da idea el hecho de que alguno de los heridos se hallaba en ese momento a unos 50 metros de distancia.

La bomba trampa contenía dos kilos de explosivos, al parecer dinamita, y estaba conectada a un temporizador que activó el artefacto dos horas después de su colocación. Al explotar, arrojó a medio centenar de metros la la granada que contenía el tubo,que no llegó a explotar. Dos horas después fue destruida mediante una explosión controlada. La tercera granada fue desactivada.

Este atentado, que se produce al día siguiente del intento de asesinato, también en San Sebastián, de la pareja de periodistas formada por Aurora Intxausti, de EL PAÍS, y Juan Francisco Palomo, de Antena 3, es atribuible al comando Donosti de ETA, que está teniendo un protagonismo decisivo en la actual ofensiva etarra al acompasar sus persistentes y selectivos atentados con los que han podido realizar los nuevos comandos fuera de Euskadi.

La deflagración alcanzó a agentes de los tres cuerpos policiales que trabajan sobre el terreno en la lucha antiterrorista. Es la primera vez que resultan al mismo tiempo víctimas de un atentado miembros de la Ertzaintza, el instituto armado y el Cuerpo Nacional de Policía.

Los heridos más graves, según el parte médico facilitado a media tarde por el Hospital Nuestra Señora de Aránzazu, son el ertzaina I.I.L., de 35 años, con traumatismo genital y lesiones de metralla a nivel pélvico y extremidades además de estallido del globo ocular; el agente de la Guardia Civil L.B.G., quien sufre herida toraco-abdominal con rotura hepática, además de hemorragia masiva intraocular derecha, y el también miembro del instituto armado S.M.P,. con traumatismo craneoencefálico, fractura abierta de tibia y peroné derechos y heridas múltiples de metralla.En el mismo centro permanecían ingresados los tres heridos graves: el agente de la Guardia Civil L.M.C., con fractura en la mano izquierda y múltiples heridas de metralla; el policía nacional J.A.C.C., que presenta erosión corneal y hemorragia intraocular, y el guardia civil J.F.A., con trauma ocular severo y heridas múltiples de metralla. Los cuatro heridos restantes, los er-tzainas I.L.U y J.A.L.Z., la agente del Cuerpo Nacional R.H.D. y otro guardia civil que fue atendido en la Policlínica donostiarra fueron dados de alta tras ser tratados de sus lesiones leves.

Durante todo el día de ayer se sucedieron las reacciones de condena al atentado. El vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó que "la actuación de ETA es cada vez más alocada y tiene que ver menos con sus objetivos". El secretario general del PSOE, José Luis Rodriguez Zapatero, calificó de "insólita" la escalada de atentados etarras, que hace "urgente e imprescindible la convocatoria de elecciones". El presidente de la ejecutiva guipuzcoana del PNV, Juan María Juaristi, aseguró que su partido "no entiende esta deriva asesina de ETA y qué pretende con ella". El director de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, indicó tras visitar a los heridos más graves que el hecho de que hayan resultado afectados agentes de los tres cuerpos demuestra que ETA "atenta contra el conjunto de los españoles".