La saturación de la autovía de Castelldefels exige la llegada del metro al aeropuerto, según un estudio
El desarrollo futuro del aeropuerto de Barcelona hace imprescindible que esté servido por un metro que atienda a las necesidades de movilidad del 50% de los viajeros y del 60% de los empleados de las instalaciones aeroportuarias. Son algunos de los datos que aparecen en la tesina defendida hace unas semanas en la Escuela Técnica superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Barcelona por Jordi Candela Garriga. El tutor del proyecto ha sido el profesor y experto en tráfico Manuel Villalante.Candela (nacido en Sant Quirze del Vallès en 1976) trabajó durante un tiempo en el Departamento de Política Territorial de la Generalitat y fruto de ello son una serie de datos que figuran en su trabajo sobre la capacidad de la comarcal 246 (antigua autovía de Castelldefels).
Se trata de una vía que, según Candela, se halla al borde de su saturación. Candela estudió la C-246 para diagnosticar si era viable la creación de un carril para el transporte colectivo (taxis y autobuses). Su conclusión, exclusivamente técnica según precisa, es que no es posible en modo alguno. La vía tiene una intensidad media diaria de 106.968 vehículos. Los coches privados llevan una media de 1,083 pasajeros y los taxis de 1,783, incluido el conductor. "Extrapolando estos resultados, se obtiene que el volumen de entrada y salida de la ciudad es de 163.000 personas al día" por esta carretera. Esto le lleva a pensar que si se suprime un carril en cada sentido para dárselo al transporte colectivo de superficie, el colapso será total tanto para los que tienen como origen o destino el aeropuerto como para los que se dirigen o proceden de poblaciones del Garraf.
Las mejoras en la movilidad del aeropuerto pasan, según el autor, por incrementar el transporte ferroviario y, preferentemente la línea 9 del metro, para la que el consejero Artur Mas declaró ayer que espera obtener financiación comunitaria. .
Ahora, los accesos al aeropuerto están dominados por el vehículo privado: el taxi y el coche privado representan, casi a partes iguales, el 73% de los movimientos totales de entrada y salida. Por el contrario, el ferrocarril es la última de las opciones: representa sólo el 11% de los movimientos mientras que el aerobús (autobús que enlaza el aeropuerto y la plaza de Catalunya) supone el 15%.
El estudio, que ha trabajado con datos de la propia Renfe, indica que el 50% de los pasajeros del puente aéreo actual pueden pasar al servicio de tren de alta velocidad entre Barcelona y Madrid. No obstante, esto no supondrá una merma en el número de usuarios del aeropuerto que, además, se verá aumentado al incrementar el propio AVE su área de influencia, partiendo siempre de que el tren entre directamente al aeropuerto.
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