El precio de las universidades se dispara en EE UU
Los centros públicos cuestan 1,6 millones de pesetas de media, y los privados, 4,4
La educación universitaria en Estados Unidos se está poniendo por las nubes. Las matrículas para este curso han subido más de un 30% por encima del índice del coste de la vida, según un informe que acaba de divulgar el National College Board. Como promedio, el año académico en un centro universitario público se sitúa en 8.400 dólares (más de 1,6 millones de pesetas), y en un centro privado, en 22.500 dólares (unos 4,4 millones de pesetas).
A las cantidades señaladas de los precios de las matrículas hay que sumarle los gastos de alojamiento, que oscilan entre 5.000 y 6.700 dólares (975.000 a 1.300.000 pesetas). Las universidades de más prestigio, como Harvard, Princeton, Michigan, Yale o Stanford, cuestan mucho más. Entre 32.000 y 36.000 dólares por curso (de 6,2 millones a 7 millones de pesetas).Pero las subidas han sido constantes en todas las instituciones de todas categorías desde mediados de los ochenta. De hecho, el precio de la enseñanza superior se ha triplicado desde entonces, mientras que los ingresos de las familias estadounidenses sólo han aumentado un 12%. Según un estudio de 200 centros privados, el coste de la universidad se disparó de 5.500 dólares (un millón de pesetas) a comienzo de los años noventa a 15.500 dólares (unos tres millones de pesetas) en 1997, es decir, un 280%.
También es cierto que la moneda tiene otra cara positiva en la ayuda económica disponible, que proporciona tanto el Gobierno como los propias universidades. En conjunto, el año pasado se destinaron 68.000 millones de dólares (13 billones de pesetas) a subsidiar la educación universitaria, que suponen un aumento de un 80% con respecto a principios de la década anterior.
Todos los estudiantes norteamericanos y los extranjeros que sean residentes legales tienen derecho a solicitarla, siempre que reúnan el nivel académico para que la universidad los admita y demuestren sus limitaciones económicas. No se trata de becas completamente gratuitas, sino de una combinación de fondos públicos y privados, a bajo interés, que tienen que pagar a plazos a partir del momento en que obtienen el título. La única excepción son los Pell Grants, becas completamente gratuitas del Gobierno federal, que cubren un tercio del coste de la carrera.
Para completar el pago, un 70% de los estudiantes se ven obligados a recurrir a subsidios de las propias universidades o a préstamos bancarios, que en muchos casos avala el Gobierno. Al menos la mitad de los graduados ha estudiado con préstamos, cuyo promedio es de unos 2.300.000 pesetas en los centros públicos y 2.800.000 pesetas en las universidades privadas.
James Pueschel, director de la Asociación Estudiantil de EE UU, señala que por cada 120.000 pesetas que aumenta el precio de las matrículas se acaban convirtiendo en 160.000 cuando los estudiantes tienen que pagarlos en letras con intereses. Pero el presidente del National College Board, Gaston Caperton, subraya que "El coste de no ir a la universidad es muy superior, porque los universitarios ganan el doble cuando entran al mercado laboral".
Rebajas para conseguir alumnos
Aunque cada vez es más fácil obtener ayuda financiera (hace una década, los préstamos sólo suponían el 41%, y el pasado curso, el 59%), la decisión de seleccionar una universidad es, para las familias norteamericanas, como ir de compras a buscar gangas y regatear con los vendedores. Desde la óptica de los centros uniersitarios, la época de matrículas es de rebajas.
En la carrera por conseguir alumnos se ha desatado una competencia feroz entre los centros universitarios, que lanzan grandes ofertas de descuentos y otras facilidades de pago. Incluso las familias acomodadas se pueden beneficiar en muchos casos.
Por ejemplo, los estudiantes que cumplen los requisitos para obtener ayuda de la Universidad de Stanford pueden recibir un descuento de hasta el 54% del total de la matrícula (que equivale a una reducción de 15.437 dólares, tres millones de pesetas), un 53% en Harvard (16.379 dolares), un 52% en Princeton (16.380 dólares, unos 3.200.000 pesetas) o un 48% en Yale (18.071 dólares, 3.500.000 de pesetas). La Universidad Carnegie Mellon incluso les dice a los potenciales alumnos que está dispuesta a mejorar las ofertas de otras universidades, siempre que se las muestre por escrito.
Y en la Universidad de Washington en San Luis, en el Estado de Misuri, el 10% de los 1.300 nuevos estudiantes han recibido becas que cubren la mitad de la matrícula de 23.500 dólares (4.600.000 pesetas) y un estipendio adicional de 2.500 dólares (cerca de 500.000 pesetas).
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