Los partidos catalanes acusan a Aznar de uso partidista de la Constitución

La conferencia que José María Aznar pronunció el jueves en Barcelona, en la que descalificó cualquier propuesta de relectura o de reforma de la Constitución, provocó ayer una reacción de indignación entre los partidos catalanes, que le acusaron de usar de forma partidista la Carta Magna. Todos los partidos, salvo el PP, arremetieron contra Aznar y los socialistas incluso le reprocharon su ambigüedad ante la Constitución a finales de los años setenta. La avalancha de críticas obligó al ministro portavoz, Pío Cabanillas, a reivindicar la "legitimidad" de Aznar para expresarse como lo hizo.

Aznar aprovechó la conferencia que pronunció el jueves para tensar un poco más su relación con los nacionalistas catalanes, con quienes el PP mantiene sendas alianzas en las Cortes y en el Parlamento catalán. El presidente del Gobierno descalificó las propuestas de Jordi Pujol en favor de releer la Constitución y censuró las tesis federalistas del socialista Pasqual Maragall. A ambos los calificó de "aprendices de brujo" por promover "aventuras que afectan a las instituciones fundamentales".Pujol guardó ayer silencio, pero varios de sus más estrechos colaboradores respondieron con gran contundencia. El portavoz del Gobierno catalán, Artur Mas, mostró su enfado porque, según dijo, los últimos actos de Aznar en Cataluña ni siquiera se han comunicado previamente a la Generalitat: "Últimamente, Aznar viene más a Cataluña como presidente del PP que del Gobierno", lamentó Mas.

El secretario general de Convergència, Pere Esteve, atribuyó la actitud de Aznar a la mayoría absoluta del PP y advirtió de que este partido ha emprendido un "giro conservador" hacia posiciones "rancias". "Este hombre sólo se entusiasma con las visiones uniformistas y españolistas, practica un retorno a lo rancio y carga contra todo el mundo", dijo.

Incluso el líder de Unió, Josep Antoni Duran, que en el seno de CiU defiende las posiciones más proclives al PP, dejó claro su malestar con el discurso del presidente del Gobierno, a quien acusó de faltar el respeto al Tribunal Constitucional. El PP ha impedido de momento la creación de una comisión de investigación sobre el caso Pallerols, que afecta a la presunta financiación irregular de UDC, pero Duran no se anduvo por las ramas y lamentó la "falta de lealtad constitucional" de Aznar.

Las críticas subieron aún más de tono en la izquierda. El presidente del PSC, Pasqual Maragall, afirmó en Girona que Aznar "no ha entendido la Constitución" y le acusó de fomentar la "psicología del miedo" para frenar avances en el autogobierno, informa Gerard Bagué. "La España de Aznar no tiene diversidad y no es del todo constitucional", aseguró Maragall, quien añadió: "Yo soy más constitucionalista que el señor Aznar".

El primer secretario del partido, José Montilla, echó en cara a Aznar sus primeros pasos en la política: "Ha pasado de atacar la Constitución en su juventud a defenderla como si fuera inamovible", opinó. Montilla tildó a Aznar de "fundamentalista" y el portavoz del PSC, Miquel Iceta, lo consideró un "indocumentado".

Por su parte, el portavoz parlamentario de Esquerra Republicana, Josep Huguet, dijo que el PP "se está bunquerizando, como pasó con el régimen a finales del franquismo". Y el presidente de Iniciativa-Verds, Rafael Ribó, avisó de que el PP sólo pretende "convertirse en el primer partido de Euskadi", sin importarle que "haya vidas humanas en juego".

Sólo el PP defendió a Aznar y el presidente regional del partido, Alberto Fernández Díaz, subrayó que "la Constitución tiene más futuro que pasado". El ministro portavoz, Pío Cabanillas, restó importancia a la polémica, aunque consideró que el tono de las quejas no ha sido el adecuado. "Como presidente del Gobierno o del PP, Aznar está más que legitimado para realizar las manifestaciones que realizó", afirmó.