Alberto Elvira sigue adelante con su lentísima recuperación
La pierna derecha de Alberto Elvira sigue taponada. "La vena cava no deja pasar nada de sangre", comenta el diestro madrileño, de 26 años, que sigue sin recuperarse plenamente de la cogida que sufrió en Villalba (Madrid) hace más de un año. Entonces, el mes de julio de 1999, un toro le produjo una trombosis y le dejó casi cojo. El pasado día 6 se sometió a una nueva intervención de la que nada bueno ha resultado. "Queda prepararse mucho y tener mucha paciencia. Esto es muy lento", concluye.
"Radiología interventiva", dice Alberto Elvira subrayando cada sílaba. Todas las esperanzas del torero pasaban por estas dos palabras. A principios de mes, viajó a Zaragoza para someterse a una operación con aspecto de última oportunidad. "De lo que se trataba básicamente era de, por medio de unos catéteres, introducir una válvula que facilitara el camino de la sangre al corazón. Es decir, abrir, hacer más ancha la vena cava", comenta.El éxito de la intervención dependía de que "el paso no estuviera completamente cerrado", añade. La noticia se descubrió desagradable al instante: la sangre se detenía en el coágulo de sangre. "No había nada que hacer; lo que hace la sangre es buscarse otro camino de vuelta al corazón. Y lo hace por las venas renales, que son el triple de gruesas de lo normal". Su lesión no le impide ni caminar ni desarrollar una vida tranquila. Lo de torear es otro asunto: "Lo puedo hacer. Es más, lo he hecho. Lo que ocurre es que me canso una barbaridad y, además, me duele horrores".
En el tiempo que lleva convaleciente, el diestro de Galapagar ha toreado en 17 ocasiones. "He toreado en Madrid y Barcelona, pero no...". En la frase no acabada arrastra la amargura de no haber podido cumplir los compromisos mentados en plenitud de facultades. "Está claro que, si no me recupero al cien por cien, no vuelvo. Este mundo es ya bastante difícil estando sano".
Así las cosas, "sólo queda esperar", dice. "Me prepararé todo el invierno para seguir ensanchando las venas y para recuperarme", concluye.
Babelia
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