La independiente multinacional

Asentada en España y México, la discográfica Hilargi Records abre una sucursal en Argentina

Tiradas cortas

Mucha gente sólo repara en enormes compañías que despachan al año millones de discos que dan a conocer con carísimas campañas publicitarias. Sin embargo, la industria discográfica también tiene otros moradores. Cercanas en esencia aunque lejanas en intenciones y medios, se encuentran innumerables empresas modestas, muchas creadas como pasatiempo más que por afán de lucro, que lanzan pequeñas tiradas y se dirigen a un público muy específico que rara vez se rebasa. Hilargi Records también se ajusta a ese patrón, aunque rompe dicho corsé amparándose en la variedad de su catálogo y buscando prosperidad en la suma de esos pequeños mercados.Ese ansia de expansión, que en 1995 le llevó a crear Ura Records en México, le empuja ahora a instalarse en Argentina, donde hay que estar porque "Buenos Aires siempre ha sido el punto más importante de toda Suramérica". Una explicación aportada por Patxi Amezaga, uno de los tres hermanos responsables de la compañía, que por su simplicidad se distancia de la esgrimida para justificar su decisión de probar suerte en Norteamérica.

"México se ha convertido en el centro del mundo latino, representa para él lo que Nueva York para los anglosajones. Es decir, que lo que triunfa en Nueva York triunfa en el mundo anglosajón, y en México pasa algo parecido. Si triunfas allí no te preocupes, que te pasará lo que a Maná, a Molotov y a otros grupos que buscan el Nueva York latino". A la espera de dar con su particular gallina de los huevos de oro, la discográfica tiene a tres personas trabajando "full time" en su primera sucursal transoceánica.

Pero Hilargi Records es noticia porque, asentada en España y México, el segundo paso de su expansión internacional se materializa este mes con la puesta en circulación de las primeras referencias de Eki Records, delegación argentina en la que trabajan dos personas. Un reducido equipo que ya ha echado el ojo a cuatro bandas locales de heavy metal clásico, el estilo que va a centrar su producción. Y es que, más allá de romanticismos, hay que adaptarse al nuevo medio para intentar maximizar las ventas.

El propósito es seguir haciendo "trabajo de hormiguita" para "seguir aguantando otros 20 años, o los que vengan encima. No tenemos en mente crecer muy rápido porque sabemos que ésa es la mejor forma para caer muy rápido", teoriza Amezaga antes de referirse al americano como un mercado mucho menos hostil que el español.

"Allí las compañías multinacionales no molestan tanto a las independientes. En ese sentido estamos mucho más cómodos, porque no manejan, digamos, las distancias cortas, y eso nos da mucha alegría", asegura Amezaga en la parte más ligera de un discurso antimultinacional que choca viniendo de una empresa que en los próximos años prevé extender sus tentáculos a Estados Unidos (una sede en Los Ángeles es su objetivo para 2001), Venezuela, Perú, Colombia y Brasil. Aunque comparten el deseo de abarcar el mayor número de mercados, no quieren verse en el mismo saco.

"La primera gran diferencia es que no pertenecemos a una compañía de capital internacional, como puede ser la General Electric. Y la segunda es que seguimos con la filosofía de tiradas pequeñas pero ventas a mucho tiempo. Es decir, un grupo como Eskorbuto habría vendido con una multinacional 100.00 discos el primer año y nunca más. Con nosotros ha vendido también una cantidad grande, pero poco a poco". Despacio pero sin pausa. Ésa es una de las máximas que rigen una discográfica cuyos responsables se jactan de comandar la independiente más antigua de España. "Si pones eso igual aparece una más independiente y antigua", matiza con sorna.Hilargi la montó Oscar Amezaga en 1981 "porque quería sacar a Zarama y, como nadie les quería grabar en euskera, empezó él a hacer el primer disco". Hoy tiene un catálogo que ronda las 300 referencias, da trabajo a 18 personas y acabará 2000 con 40 títulos editados.