La guerrilla del ELN libera a 18 secuestrados en Colombia

Avance hacia la negociación

El drama de los secuestrados el pasado 17 de octubre en las cercanías de la ciudad de Cali terminó ayer a las cinco de la tarde. Según el pacto entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional, ELN, los últimos l6 rehenes (tres más fueron entregados el martes) de aquel secuestro masivo fueron liberados. Ayer llegaron a La Playa, un pequeño caserío donde los esperaba una comisión humanitaria de la que hizo parte el embajador de España, Yago Pico de Coaña.Otras dos personas que no hacían parte del grupo del secuestro masivo, una mujer y un niño de 10 años que llevaban meses cautivos en la escarpada región de los Farallones de Cali, también recuperaron la libertad.

Al anochecer, los secuestrados pudieron reunirse, en la citada ciudad, con sus familiares y amigos. Los liberados llegaron demacrados, con varios kilos menos, por la dura prueba que vivieron en el largo mes de cautiverio. Serán hospitalizados en Cali tras pasar varias revisiones médicas.

Según el acuerdo entre el ELN y el Gobierno, a partir de las cinco de la tarde empezó el plazo de 100 horas que tienen los guerrilleros para replegarse; el Ejército también saldrá de la zona en ese tiempo.

La liberación "es un hecho significativo para la búsqueda de la paz. Una reunión para sacar adelante el proceso de paz puede ser sencilla", dijo, optimista, el alcalde de Medellín al conocer que la liberación múltiple había culminado con éxito. En los pactos que llevaron a esta entrega, se acordó que en los próximos días se volverá a hablar de paz para intentar establecer una negociación. Sin embargo, Ana Teresa Bernal, directora de la organización civil Redepaz y una de las personas que más ha trabajado por la negociación con este grupo guerrillero, no se mostró tan optimista: "Esperamos que estos actos no se repitan, son situaciones que dejan heridas profundas, mucho dolor y altos costos para la paz. El Gobierno y el ELN deben asumir el diálogo con seriedad", dijo.

Según Bernal, se debería definir ya la zona del encuentro, donde se realice la llamada Convención Nacional, planteada por los guerrilleros como una condición para las negociaciones y donde se debatirían los grandes problemas sociales y políticos del país. Ésta ha sido la piedra en el zapato del proceso. El ELN insiste en pedir una zona del Magdalena Medio (que sería desmilitarizada) donde hay fuerte presencia paramilitar y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el otro gran grupo guerrillero.

Finalizado este episodio del secuestro múltiple, el Gobierno enfrenta otro caso similar: el de siete congresistas que están desde hace unos días en poder de Carlos Castaño, jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, el más temido grupo paramilitar del país. Castaño rechaza el modo en que el Gobierno está entablando los procesos de paz con las guerrilas y no admite un canje entre militares y policías en poder de la insurgencia por guerrilleros presos.