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Aznar respalda a los fiscales de la Audiencia ante la denuncia de Balza

Luis R. Aizpeolea

El presidente del Gobierno, José María Aznar, arremetió ayer contra el consejero vasco de Interior, Javier Balza, por culpar a algunos fiscales de la Audiencia Nacional de la puesta en libertad de doce supuestos colaboradores de ETA detenidos por la Ertzaintza en agosto. Así, tras descalificar a Balza, dijo de los fiscales que "cumplen perfectamente con sus obligaciones y todas las garantías jurídicas que marca el Estado de derecho".

El jefe del Gobierno no se anduvo ayer con paños calientes ante el conflicto suscitado en la víspera por el consejero vasco de Interior, Javier Balza, contra algunos fiscales de la Audiencia Nacional. En su conferencia de prensa tras su reunión con el primer ministro británico, Tony Blair, José María Aznar dejó claro de qué parte está, de la de los fiscales de la Audiencia, y contra quién está, contra el consejero vasco.Balza acusó el jueves, en el Parlamento de Vitoria, a algunos fiscales de la Audiencia -se refería a Ignacio Gordillo y Jesús Alonso- de dejar en libertad a doce de los detenidos por la Ertzaintza en agosto por su presunta colaboración con los comandos Vizcaya y Araba, de ETA. Añadió que, en varios casos, la vinculación de los arrestados con los etarras estaba probada: habían dado cobijo a un miembro legal de la banda y gestionado el alquiler de un piso en Castro Urdiales a un grupo, pero la Fiscalía cuestionó que las pruebas fueran suficientes.

En medio de esa polémica, Aznar descalificó la denuncia de Balza: "Cualquier comentario al respecto está fuera de lugar". Y fue rotundo en favor de los fiscales: "Cumplen perfectamente sus obligaciones e impulsan todas las garantías de actuación en defensa del Estado de derecho".

La rotundidad de Aznar a favor de los fiscales y en contra de Balza se explica por la enorme desconfianza con que el Gobierno observa los nuevos gestos del Ejecutivo vasco. El ministro portavoz, Pío Cabanillas, no cree que la denuncia de Balza suponga un giro de su Gabinete hacia una mayor contundencia en la lucha contra ETA. Cree, más bien, que es un gesto propagandístico y preelectoral. En el mismo plano situó la manifestación anti-ETA convocada por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, el pasado fin de semana o la celebración del 21º aniversario del Estatuto de Gernika, también convocada por Ibarretxe, tras años de olvido.

Tras el Consejo de Ministros, Cabanillas dijo, en referencia al PSOE, partido que insiste en que el Gobierno de Ibarretxe ofrece signos de cambio, que está llegando a "un punto de obsesión por los gestos". "Interpreta cualquier actuación en esa clave, lo que resulta preocupante" porque "puede impedir constatar lo poco que cambian las cosas", dijo Cabanillas, que se remitió a las recientes declaraciones del portavoz del PNV, Joseba Egibar, al diario Gara en las que mantiene su reclamación soberanista para Euskadi.

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