Madrid y Londres apremian la reforma de las economías europeas

Más dinamismo

El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el primer ministro británico, Tony Blair, reafirmaron ayer en el palacio de La Moncloa su convicción de que la construcción de Europa depende, más que de las grandes elaboraciones teóricas y de los debates sobre la naturaleza federal o intergubernamental del proyecto europeo, de que se avance en la liberalización de los mercados. Por ello, hicieron pública una carta remitida al presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, en la que le señalan "las nuevas prioridades y metas" que Madrid y Londres promoverán en los próximos meses.

La "atípica" coincidencia entre el líder conservador español y el socialdemócrata británico, que, por otra parte, disienten en al menos dos de los cuatro puntos de la reforma institucional que la UE prepara en estos momentos -un terreno en el que Madrid podría estar a veces más cerca de París o de Berlín que de Londres- arranca de los encuentros anuales que Aznar y Blair vienen celebrando desde 1998 en el parque natural de Doñana, en la residencia campestre de Chequers, cerca de Londres, y ayer en la capital de España.

Fruto de ese acuerdo fue la aceptación por el Consejo Europeo de Lisboa, en junio pasado, de "un objetivo estratégico para la próxima década: convertir a la UE en la economía del conocimiento más competitiva y dinámica del mundo". La cumbre acordó también que uno de los cuatro consejos que los Quince celebran anualmente se dedique a revisar el logro de ese objetivo. La próxima revisión se hará en marzo, en Estocolmo, y la carta de Blair y Aznar trata de influir en esa cita.

"Para el Reino Unido y España, es fundamental avivar el ritmo de la reforma económica, dando lugar a mayores niveles de empleo y crecimiento. La liberalización, la apertura y la flexibilidad en los mercados de productos y de trabajo traen consigo nuevas oportunidades", dicen los líderes.