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LA AVERÍA DEL "TIRELESS"

Cinco meses de dudas, contradicciones y rectificaciones

La avería del submarino nuclear Tireless ha sido una continua peripecia desde que, el pasado 3 de mayo, sus mandos detectaron un mal funcionamiento del sistema de refrigeración y, probablemente, el consiguiente recalentamiento del reactor. El sumergible, que navegaba por el mar Mediterráneo, recurrió a su motor diésel y viajó de Sicilia a Gibraltar en 16 días.El Tireless arribó a la colonia británica el 19 de mayo. Le faltaba por recorrer aproximadamente la misma distancia para llegar al puerto de Southampton, en el que tiene su base. Inicialmente, las autoridades británicas dijeron que el submarino se detendría sólo unos pocos días, a la espera de ser remolcado. Pero luego empezaron a argumentar que el transporte resultaba peligroso y finalmente anunciaron que sería reparado en Gibraltar.

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Los dirigentes de la Roca fueron los primeros que protestaron, y no sin motivos. Según reveló este periódico, documentos de la comandancia de Southampton dejaban constancia de que los submarinos nucleares no pueden ser reparados más que en muelles clasificados como Z, en atención a las instalaciones que incluyen. El puerto del Peñon no tenía dicha categoría y, por lo tanto, según el mismo documento, no era apto ni siquiera para recibir temporalmente a la nave averiada. Los británicos descubrieron la solución instantánea: reclasificarlo como Z.

Las protestas se extendieron a este lado de la Verja mientras las reparaciones, cuyo comienzo se anunció repetidamente, no avanzaban. De hecho, todavía no han empezado. Los propios diplomáticos británicos encuentran difícil explicar por qué se tarda tanto y recurren a la generalidad de que "hay que hacer las cosas con gran cuidado porque, aunque no hay peligro, el problema es delicado".

En esos detallados estudios se descubrió que la fisura en un tubo de refrigeración no es un fallo de una soldadura como se pensaba, sino un desgaste de los materiales.

Dado el carácter aparentemente estructural de la avería, los británicos han llamado a puerto a otros 11 submarinos gemelos del Tireless para ver si sufren el mismo defecto. La reparación será ahora más costosa, ya que habrá que traer equipos especiales desde Southampton.

Tony Blair no respondió ayer a la pregunta de si el submarino volverá a navegar en marzo como se había anunciado.

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