Los recuerdos de sus señorías

Hay una cita en el libro Testigos en el tiempo que se hace indispensable para entender la política vasca con cierta perspectiva, para aclarar concetos como diría el gallego de la película Airbag: "La verdad es que, salvo raras excepciones, los parlamentarios somos personas como las demás". La tesis es de Germán Dueñas, un hombre de UA que cuenta la anécdota en el libro, a pesar de reconocer que no se acuerda de qué iba el tema que debatía. Podía haber dicho "todos somos normales" o "todos éramos más jóvenes", como subraya, nostálgico, Patxi Ormazabal (EA) e incluso como José Antonio Rubalkaba (PNV), quien se quita peso de encima con un optimista "20 años no son nada".En total, y a pesar de la poca erótica literaria, son 69 los parlamentarios que cuentan sus experiencias en un libro que festeja los 20 años de existencia de la Cámara de Vitoria. En ese sentido, Testigos en el tiempo cumple con el objetivo de ilustrar las seis legislaturas con anécdotas divertidas y los acontecimientos más tristes que han rodeado su existencia en la capital de Euskadi. Junto al recuerdo solemne a los diputados asesinados -Enrique Casas, Santiago Brouard, Gregorio Ordóñez y Fernando Buesa- algunos parlamentarios demuestran que, como dice Dueñas, salvo excepciones son normales, y cuentan sus alucinaciones. Algo que muchos periodistas pensaban que sólo les pasaba a ellos.

Rafael Uribarren, del PNV, reconoce, por ejemplo que durante el debate de la Ley de Tasas -infernal- llegó a identificar al Parlamento con el arca de Noé: "El de los ojos grandes parece un loro, pero es un buho; hablar no habla, pero fijarse se fija mucho", explica. En contraste, el sesudo ex consejero de Presidencia Jon Azúa aprovecha su huequecito para hacer un clasificación, con índices y subíndices, sobre sus aportaciones intelectuales.

Lo cierto es que los diputados se retratan. Así el arquitecto de la soberanía, Joseba Egibar, escribe un artículo que titula El solar vasco, el edificio y el tejado. El histórico Roberto Lertxundi recuerda que, como único miembro del PCE, compartió el Grupo Mixto con los dos diputados de Alianza Popular, que le defendían sus propuestas, aunque a renglón seguido votaban en contra, claro.

Los únicos dibujos que hay en el libro son los de Alfonso Martínez (PSE), que realizaba durante los debates. Recuerda cómo hubo una época en que en el hemiciclo se podía fumar: "Los debates estaban que echaban humo", bromea. También cambia el verbo por la pluma el ahora ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, quien reconoce la pluralidad de la Cámara. A la cita no falta Javier Olaverri, de EE, que cuenta cómo su primera hija nació tras la larga sesión de investidura de Garaikoetxea como lehendakari, aunque su mujer no estaba en el hemiciclo.

Hoy se abrirá en la casa de cultura del parque de la Florida una exposición de fotografías que repasa estos 20 años de actividad parlamentaria.