Agradable y convincente

El hijo del músico de jazz Don Cherry y hermano de la cantante Neneh ofreció en su último concierto en Madrid una generosa y sincera dosis de rock con raíces californianas.Eagle-Eye Cherry consiguió crear ese ambiente en el que se conjugan el exacto nivel de estridencias instrumentales como para parecer rock, pero con elegancia y pensado para estimular emocionalmente al oyente. Rock suave en el que una voz cálida y llena de personalidad va marcando los tiempos y conduciendo a unos extraordinarios músicos que, dentro de la contención que imponen las canciones, se manifiestan como simplemente perfectos.

Eagle-Eye Cherry, que se llama así porque, cuando su padre le vió por primera vez, a los pocos minutos de nacer, el bebe abrió un ojo para recibir a su progenitor motivo por el que este emocionado decidió ponerle entonces ese nombre, hizo su aparición sobre el escenario madrileño con su pelo corto desordenado y un tres cuartos de cuero. El músico exhibió un saber estar escénico lleno de estilo que, sin embargo, supo conjugar con una gran espontaneidad lo que constituye una de las más poderosas armas de este peculiar artista.

Su simpatía de chico frágil lo hace irresistible a primera mirada, pero es que, además, su música resulta agradable y muy convincente.

Presentando las canciones de su segundo disco Living in the present future, álbum que muy probablemente le catapultará ante audiencias masivas, Eagle-Eye se arrancaba con tres piezas exquisitas y que obligan al espectador a dirigir toda su atención hacia lo que está ocurriendo sobre el escenario: One Good Reason, Been here once before y Falling in love again.

Acto seguido, el solista nacido en Suecia tomaba el camino del romanticismo, Together, y más tarde el de la intensidad levemente psicodélica, First to fall. El trabajo instrumental de la guitarra, los teclados y, sobre todo, un batería excepcional, Magnus Persson, contribuía a la creación de un clima ambiental que bordea el blues, el rock, el country y otras músicas norteamericanas y en el que las baladas y los medios tiempos son la norma.

Manifestando varias veces su agradecimiento al público en castellano, Eagle-Eye Cherry cerraba su actuación con Are you still having fun. Los aplausos del público obligaron a la banda a salir en dos ocasiones más al escenario para interpretar algunos de los más celebrados temas de su disco de estreno y concluir su concierto en una especie de fiesta familiar con sus fans españoles.

Una vez finalizado el concierto, el músico se iría con sus seguidores a tomar copas a un céntrico bar de la capital. Eagle-Eye Cherry, igual que su hermana Nene, también parece haber echado raíces en Madrid.