"Jamás he hecho un disco ni una gira por placer; sería frívolo"

Pese al éxito logrado como integrante del dúo Duncan Dhu, Diego Vasallo (San Sebastián, 1966) se siente un artista ignorado. Esa sensación se la transmite la limitada aceptación de una carrera en solitario que arrancó con el pop electrónico de Cabaret Pop y ha desembocado en Canciones de amor desafinado (Gasa), un álbum que bebe del jazz, la canción de autor, la bossa nova y, mínimamente, el pop. Una amalgama presidida por el hartazgo que invade a un cantante y compositor que aún no sabe si saldrá de gira, que da casi por muerto a Duncan Dhu y no descarta volcarse con la pintura en detrimento de la música.Pregunta. ¿Qué sensaciones le invaden a uno cuando graba un disco tan tranquilo y triste?

Respuesta. Bueno, en ese sentido creo que el disco es muy claro. Transmite unas sensaciones muy concretas de las que partí a la hora de escribir las canciones. Hay un poso de tristeza, sin duda; es un disco un tanto oscuro en el que se apela, incluso, al vacío. Parte un poco de una sensación de desubicación, de no saber a dónde vas ni dónde estás. La verdad es que ahora no me salen canciones de pop, de ritmo rápido, bailables, ni de fiesta.

P. ¿Se considera un poeta?

R. No. Doy tanta o más importancia a los textos que a la música, pero eso no es ser poeta. Creo que la poesía es una expresión artística totalmente autónoma que puede tener puntos de contacto con la canción, pero los textos de una canción se sustentan con una música. Si no, la canción no existe. Y la poesía no, la poesía es literatura.

P. Pero a la hora de cantar sí tiene más de narrador que de cantante al uso.

R. Eso es cierto. Creo que hay que contar las canciones, pero siempre teniendo claro que lo que estás haciendo es un disco, no un libro.

P. Tras casi dos décadas en el negocio, ¿tiene aspiraciones más allá de las ventas?

R. Si a estas alturas no tuviera más pretensiones que las cifras de ventas iría por muy mal camino, porque mis discos fuera del grupo, desgraciadamente, no ha funcionado ninguno comercialmente. Pero sí reivindico un poco mi espacio en la industria. Estoy un poco quemado con la no ubicación, con el desinterés de los medios, con que vean que mis discos son casi caprichos del componente de lo que fue Duncan Dhu, un proyecto musical en común que hoy en día no existe. Me gustaría tener el espacio musical que creo que puedo tener y estoy en desacuerdo absoluto con los valores que hoy rigen la industria de la música. Sin ningún tipo de duda.

P. ¿Se siente infravalorado como solista?

R. No me siento infravalorado, me siento ignorado, que creo que es peor. Ignorado, que conste, por los medios de comunicación, no por el público. Lo que me molesta es que la gente no tenga la posibilidad y la libertad de decidir si le gustan o no mis discos. Ante eso sí me rebelo, y me duele. Otra cosa es que los conozca, no le gusten y no los compre. Eso es perfectamente asumible.

P. ¿Qué tiene San Sebastián que procura los grupos más vendedores de Euskadi?

R. No sé, creo que es fruto de la casualidad. Lo que sí hay una cultura de música pop bastante asimilada, aunque sea a un nivel underground. Me gusta mucho La Buena Vida, me parece que Ibon Errazquin es una persona con un talento muy ignorado y muy poco reconocido...

P. Aún no sabe si saldrá de gira. ¿No se supone que tocar en directo es uno de los mayores placeres de un músico?

R. No sé... No entiendo que algo como la música se pueda hacer por placer, me parece una visión demasiado frívola. Yo, desde luego, jamás he hecho discos por placer. Ni giras. El hacer música es algo más profundo, es una necesidad incluso de comunicarte con los demás y con el mundo. De hecho, hay discos y giras que son muy dolorosas.

P. ¿Sigue dibujando?

R. Sí, he participado en un par de exposiciones colectivas y estoy preparando lo que podría ser, el verano que viene, mi primera individual. Es algo que me tiene bastante ilusionado, tanto o más que hacer discos, y digamos que me lo estoy tomando bastante más en serio que antes. De hecho, me planteo tomarme un año para dedicar un poco más de tiempo a la pintura, que creo que es una asignatura pendiente desde hace mucho. Y eso que es una vocación totalmente primaria, anterior incluso a la música.