Los padres afirman que la ayuda para libros de texto se ha malversado

Los nuevos 70.000 lotes de libros de texto gratuitos anunciados por la Consejería de Educación para este curso no han sido tales, según la Federación de Asociaciones de Padres Giner de los Ríos. Su presidenta, Eulalia Vaquero, denunció ayer en la Comisión de Educación del Parlamento regional que, "con carácter general", los centros escolares han destinado gran parte de los 1.100 millones de pesetas procedentes del Acuerdo para la Mejora de la Educación en otro material escolar, "como diccionarios, ordenadores o esqueletos para las aulas de ciencias". Vaquero señaló que "muchas familias" desconocían que podían solicitar estas ayudas por una "pésima gestión" de la Consejería, que notificó "tarde" a los centros el número de lotes que podían sufragar. "Los directores se han terminado gastando el dinero en otras cosas no previstas en el acuerdo antes que perderlo", manifestó la presidenta en su comparecencia. En opinión de la Giner, los padres debían de tener la información de estas ayudas a la hora de formalizar la matrícula para que el centro pueda hacer sus previsiones.

La Consejería calculó el curso pasado -el primero que concedía ayudas para lotes de libros de texto- cómo distribuir los 1.000 millones de pesetas con los que contaba entonces para tal fin entre los centros. Lo hizo, según explicó Vaquero, en función de los escolares con necesidad de compensación educativa escolarizados en cada uno de ellos. Según esa cantidad -que este curso se ha incrementado en 100 millones-, los centros ven a cuántas familias pueden sufragar los libros. Pero el problema se ha presentado cuando la ayuda prevista no se ha cubierto con demandas de las familias.

Vaquero, en su comparecencia, solicitada por el PSOE e IU, dio un repaso por la situación de la educación madrileña y la calificó de "claramente preocupante". Según destacó, "la Consejería ha sido incapaz de digerir el proceso de escolarización", y, entre otras cosas, de hacer cumplir las instrucciones que preveían una reserva de plaza para los chicos con necesidades de compensación.