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Entrevista:Benita Ferrero-Waldner | Ministra de Exteriores de Austria

"La herida de las sanciones tardará en cicatrizar en Austria"

La ministra de Exteriores de Austria, Benita Ferrero-Waldner (52 años),ha elegido España como primer país europeo para hacer una visita oficial después de que sus 14 socios en la Unión Europea levantaran, hace ahora un mes, las sanciones diplomáticas contra su país

Benita Ferrero-Waldner transmitió ayer a su homólogo español, Josep Piqué, que Austria defenderá en Niza la proporción de un comisario europeo por país para no quedar, como país pequeño, infrarrepresentado en la nueva UE. En esto no está de acuerdo con España, que rechaza renunciar a su segundo comisario salvo que se le compense con una favorable reponderación del voto.Pregunta. Las sanciones que 14 socios de la UE impusieron, y levantaron, a Austria ¿son agua pasada o una herida incurable en sus relaciones con la UE?

Respuesta. Son agua pasada. Estamos pasando la página, pero tardaremos en cicatrizar la herida, especialmente con países que han sido más rígidos que otros, lo que no es el caso de España.

P. Varios países europeos pretenden reforzar en la cumbre de Niza los artículos del Tratado de la Unión en los que se basaron las sanciones diplomáticas a Austria para que un partido como el de Jörg Haider no pueda formar parte de un Gobierno europeo.

R. La modificación del artículo 7 es para prevenir casos en los que la UE ve un cierto peligro de que los valores democráticos puedan verse dañados, pero no para prevenir la entrada de un partido como el de Haider, que es democrático. Nosotros, en Austria, tenemos leyes de prohibición que no tienen otros. En Alemania se está discutiendo la prohibición de los partidos de índole nazi. Nosotros tenemos esa ley desde 1945. Por eso nos pareció tan injustificado, tan exagerado, ver un peligro para la democracia en la entrada del partido de Haider en la coalición de Gobierno.

P. Parece que Haider es siempre noticia. La última es un escándalo de espionaje policial. ¿Por qué su partido, con el de Haider, se opone a que el Parlamento investigue este asunto?

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R. Desgraciadamente, hay siempre cierta manipulación en la prensa sobre algunas noticias. Los datos son que un ex policía parece que ha entrado en el Sistema Ekis. Se está investigando quiénes han sido espiados y qué hay que hacer. No es que nos opongamos a la investigación, sino que el caso está ahora en el juzgado, y primero deben investigar los jueces.

P. ¿Cree que la Carta de Derechos Fundamentales debe incorporarse en Niza al Tratado de la UE?

R. Nosotros lo defendemos. Creemos que la Carta de Derechos debe ser obligatoria, pero sabemos que hay otros países, como Reino Unido o los escandinavos, que de momento no están de acuerdo. Si no se da este paso en Niza, se hará después.

P. Usted conoce bien España. ¿Qué cree que es peor, ser inmigrante en Carintia o en El Ejido?

R. Totalmente en El Ejido. Nosotros tenemos el 10% de la población de inmigrantes legales, mientras que en España, por lo que sé, ese porcentaje es inferior al 2%. Además, no hay ningún acto de violencia contra los inmigrantes en Austria. ¡Menos mal que somos un país tranquilo y sereno! Se ha inflado este problema de tal manera que la gente que no conoce Austria tiene una percepción totalmente desproporcionada. La mayor parte de los inmigrantes está integrada. El problema es cómo tratamos la inmigración en el futuro: si abrimos más las cuotas o seguimos la misma política que antes, pero dando prioridad al reagrupamiento familiar de los inmigrantes.

P. Después de la experiencia de Dinamarca, si se pudiera dar marcha atrás, ¿habría sido una buena idea convocar un referéndum antes de incorporar el chelín austriaco a la moneda única?

R. No. Siempre he defendido activamente el euro.

P. Pues la moneda de sus vecinos, el franco suizo, no ha dejado de revalorizarse respecto al euro.

R. Eso es porque el euro está en una fase inicial. Su depreciación también refleja cierta falta de cohesión entre nosotros, los 11 países del euro, y está claro que hay que tomar medidas para reforzarlo. El franco suizo, claro, se aprovecha de este momento, pero creo que quizá en un año las cosas volverán a su sitio. Aunque, naturalmente, tendremos que trabajar todos en ello.

P. La cumbre de Niza pretende ser la antesala de la ampliación de la UE. ¿Con cuánto entusiasmo la valora el ciudadano austriaco medio?

R. Los últimos sondeos reflejan que un 48% de la población está a favor y un 42% en contra. Ya hay una pequeña mayoría a favor de la ampliación. Si después uno empieza a diferenciar entre países, se ve que con aquellos que conocemos mejor, como Hungría, hay una gran mayoría a favor. Después de Niza quiero poner en marcha una plataforma para debatir con todos los partidos, sectores sociales y responsables regionales austriacos las preocupaciones de la gente. Hay miedo a que el elevado nivel de vida austriaco atraiga a muchos trabajadores y eso rebaje ese nivel de vida.

P. Usted es también presidenta de turno de la OSCE. Han invitado al presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica, a la cumbre de noviembre. ¿Qué le van a decir?

R. En mi carta de invitación le he dicho que me gustaría mucho que viniera, pero que lo haga para que Yugoslavia entre otra vez en la OSCE. Para eso hace falta que presente una solicitud de admisión, que no presentó nunca Milosevic; aclarar la cuestión de la sucesión, de Yugoslavia y de los restantes países que formaban Yugoslavia hace una década, pues son todos sucesores; también tiene que reconocer los Acuerdos de Dayton , y tiene que asumir la resolución 1244 de la ONU respecto a Kosovo.

P. ¿Cuál será el papel de la OSCE en la transición a la democracia en Yugoslavia?

R. Muy importante. En primer lugar, la OSCE debe ser observador de las próximas elecciones, al igual que estamos en las elecciones en Kosovo o como haremos en Bosnia-Herzegovina.

P. ¿Esperan que Kostunica lo pida?

R. Sí, ahí se mostraría la diferencia entre las elecciones anteriores y las del 23 de diciembre.

P. Y en las municipales de Kosovo del sábado, ¿cree que se van a cumplir todas las garantías de unas elecciones democráticas?

R. Hemos hecho un trabajo muy bueno en el control de registros para votar. El problema es que se han registrado de forma masiva los albanokosovares y muy poco los serbios: mil serbios por casi un millón de albanos. Eso, desgraciadamente, forma parte todavía de la política de Milosevic. Ya es demasiado tarde para registrar a estos serbios. Pero Bernard Kouchner puede nombrar a algunos serbios en la Administración local, y lo va a hacer.

P. Los dos candidatos a la Casa Blanca, George Bush y, en menor medida, Al Gore, han dicho que la labor de vigía de Bosnia y de Kosovo es asunto europeo. ¿La UE y la OSCE están preparadas para ello sin EE UU?

R. Habrá que verlo tras las elecciones, pero no será fácil para Europa. Ha sido una labor conjunta de la OTAN, la UE y la OSCE y deberíamos mantener este marco.

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