La Junta de Andalucía investiga una contaminación por mercurio tras la muerte de 14 obreros en Jaén
Una electroquímica cerrada en 1992 expuso durante años a sus trabajadores al tóxico
La Consejería de Salud andaluza ha abierto una investigación para comprobar si el mercurio contaminó a decenas de ex trabajadores de la empresa Electroquímica Andaluza de Jaén, cerrada en 1992, tras 20 años de actividad de la fábrica. La investigación sanitaria llega después de que hayan muerto 14 ex trabajadores con edades comprendidas entre los 40 y los 56 años por cáncer o enfermedades coronarias; el último de ellos el pasado fin de semana. Además, los tribunales de primera instancia ya han reconocido la contaminación a la mitad de los 70 ex trabajadores. La empresa niega la contaminación.
Inhalación de gases
El delegado de la Consejería de Salud en Jaén, Juan Francisco Cano, asegura que está "dispuesto a realizar las pruebas oportunidas" para saber si el mercurio está en el origen de esas muertes, y a efectuar "reconocimientos exhaustivos y periódicos".Los ex empleados pretenden que los propietarios asuman su supuesta responsabilidad y les indemnicen; los tribunales de primera instancia han reconocido que padecen una enfermedad llamada hidrargirismo, por contaminación de mercurio, relacionada estrechamente con su actividad profesional, pero cada fallo judicial favorable en Jaén ha sido recurrido por la empresa ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que aún no se ha pronunciado. Electroquímica Andaluza, ubicada en el término municipal de Jódar, desapareció en los noventa con la fusión de Uralita e Industrias Aragonesas, por lo que las reclamaciones se dirigen contra ellas.
Ahora, los ex trabajadores quieren más pruebas y solicitaron a la Consejería de Salud un dictamen sobre su estado de salud. Juan Francisco Cano ya se ha entrevistado con el abogado de los antiguos trabajadores, Juan Martínez Pancorbo, y sólo queda por ultimar el número de personas por examinar.
El mercurio se usó en Electroquímica de forma habitual en la elaboración de cloro, hipoclorito y ácido clorhídrico, sin apenas medidas de seguridad, según los trabajadores . "Pasamos una época muy mala, no sé si por falta de inversiones, en la que el mercurio se derramaba con mucha facilidad y para recogerlo usábamos las manos", explica Facundo Molina, un antiguo empleado, secretario de la asociación que han formado los ex trabajadores.
Los ex trabajadores abrieron esta semana pasada una nueva batalla en su guerra legal con los propietarios: presentaron ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social una demanda para intentar que se incrementen las pensiones entre un 30% y un 50%. Si la resolución es favorable, la empresa deberá pagar estos suplementos.
Los ex empleados mantienen que el mercurio con el que se trabajaba ha contaminado también las tierras de alrededor y las aguas del Guadalquivir. "La tubería del desagüe iba directa al río. Hemos estado muchos años vertiendo al Guadalquivir y tiene que haber cantidades enormes de este metal", subraya Molina.
Los daños que padecen en su cuerpo los antiguos empleados de Electroquímica son ya irreversibles, lamenta el secretario de la asociación, por lo que ahora sólo esperan "la sensibilidad de los jueces" para lograr indemnizaciones "que den tranquilidad a las familias". Ellos no están nada tranquilos. El pasado marzo murió otro ex trabajador de cáncer, en septiembre un antiguo compañero padeció tres infartos seguidos y este mismo año uno más fue operado en Barcelona de un tumor en el hígado. recientemente enterraron a José María Viedma Benítez, de 56 años, que falleció tras un ataque al corazón.
"No se gastaba dinero en prevención. El mercurio ni se siente ni se padece. Se toca y como si nada, pero eso es al principio, luego todos tenemos cuadros de enfermedad", acusa Molina. La intoxicación se producía como consecuencia del contacto con el mercurio y de los gases que inhalaban los trabajadores y que se ha ido almacenando en tejidos ricos en lípidos, como el cerebro, el hígado o el pulmón, según varios informes médicos que conservan los empleados y sus abogados. El informe de Antonio Martínez, actual presidente de la asociación de ex trabajadores, emitido por el doctor en Medicina del Trabajo, Manuel Carpio, es contundente: "El interesado ha sufrido una intoxicación crónica por mercurio que le incapacita para cualquier trabajo en contacto con dicho metal, pero además se constata una lesión cerebelosa de consecuencias imprevisibles".Uralita y Aragonesa no han querido dar su versión sobre Electroquímica a este periódico. Un portavoz se limitó a señalar que los tribunales decidirán, y afirmó que un informe autonómico constata que el interior de la fábrica no tiene tierras contaminadas; el Ministerio de Medio Ambiente, sin embargo, acaba de desaconsejar la construcción de la presa de Úbeda la Vieja en esos mismos terrenos.
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