_
_
_
_
LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

El 'comando Andalucía' se trasladó a Valencia en agosto para recabar información sobre objetivos

Los dos pistoleros del comando Andalucía, Jon Igor Solana Matarran y Harriet Iragi Gurrutxaga, viajaban en autobús, cambiaban periódicamente de piso, apenas contaban con otro apoyo que ellos mismos y dependían directamente del jefe militar de la banda, Xabier García Gaztelu, Txapote. Ésta es la radiografía de uno de los comandos formados por ETA durante la tregua, que empieza a emerger de las investigaciones policiales. Los detenidos se trasladaron en agosto a Paterna (Valencia), donde hay una unidad logística del Ejército, para buscar objetivos.

Más información
La Guardia Civil refuerza los servicios de información anti-ETA con 300 agentes
Condenado un ex terrorista que mató por error a un industrial vasco
El etarra herido regresó al piso antes de su captura para destruir documentos
Un tribunal de París deja en libertad vigilada a la etarra alemana Petra Elser

Llamada con un móvil

Solana e Iragi han declarado a la Policía que fueron los únicos autores de los asesinatos del concejal del PP José María Martín Carpena, el 15 de julio en Málaga; del fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Luis Portero, el pasado 9 de octubre en Granada; y del coronel médico Antonio Muñoz Cariñanos, el pasado lunes en Sevilla, tras el que fueron detenidos. También asumen la colocación de una bomba lapa en el coche del dirigente socialista José Asenjo, en Málaga, y de cuatro fiambreras explosivas en los coches de tres militares y un funcionario civil del Ministerio de Defensa en Sevilla, ninguna de las cuales llegó a estallar.Sus declaraciones han sido avaladas por las pruebas de balística practicadas con las dos pistolas, una Star y una HK, que se hallaron en el piso de la calle Playa de Marbella de Sevilla, donde residían los dos etarras.

El Ministerio del Interior está convencido de que, al menos desde el pasado mes de julio, Solana e Iragi eran los únicos componentes del comando Andalucía, aunque admite que este grupo llegó a Sevilla en el verano de 1999 y en una primera etapa pudo contar con algún otro terrorista.

Los expertos creen que la información utilizada para perpetrar los atentados les era suministrada, probablemente a través de un enlace, por el jefe de los comandos ilegales de ETA (con terroristas fichados por la policía), Xabier García Gaztelu, de quien dependían directamente. Eso significa que la banda tiene en Andalucía colaboradores, estables o desplazados expresamente con ese fin, que se encargan de facilitar información, pero que no se relacionan directamente con los pistoleros.Un hecho que arroja luz sobre el modo de actuar de la nueva estructura que ETA puso en marcha durante la tregua es el hecho de que Solana e Iragi se trasladaron en agosto a Paterna (Valencia) para recopilar datos sobre futuros objetivos. En dicha localidad hay una importante unidad logística del Ejército de Tierra.

Los terroristas volvieron a la capital andaluza en septiembre y durante ese paréntesis pudieron ir también a Francia para recibir instrucciones de la dirección.

La extraordinaria movilidad, facilitada por la precariedad de medios y simplicidad de estructura, era uno de los rasgos más singulares del comando Andalucía.

La policía ha descubierto ya dos pisos en Sevilla que fueron sucesivamente ocupados y abandonados por los dos etarras antes de instalarse en el que residían. También localizó ayer una habitación alquilada en Granada y tres apartamentos en Málaga.

En la capital granadina, los terroristas alquilaron un cuarto en un piso de la calle Asturias entre el 5 y el 12 de octubre, coincidiendo con el asesinato de Portero. Vecinos del mismo rellano aseguraron ayer que los jóvenes que alquilaron la habitación no eran dos sino tres, lo que contradice la versión policial, informa Alejandro V. García. Respecto a los apartamentos de Málaga, también se encuentran ocupados por nuevos inquilinos, por lo que es difícil que conserven algún rastro de la presencia de los etarras.

Para desplazarse entre las tres capitales andaluzas, Solana a Iragi utilizaban autobuses, menos sospechosos y más difíciles de registrar en los controles de carretera. Al margen de los coches robados para perpetrar atentados, y luego destruidos, no disponían de más vehículos que las dos biciletas halladas en su domicilio, como evidenció el que Iragi intentase robar una motocicleta cuando se vio acorralado.

Ambos terroristas compraron un teléfono móvil para llamar, el pasado lunes, a la consulta del doctor Muñoz Cariñanos y asegurarse de la presencia de su víctima. Entraron a cara descubierta, haciéndose pasar por pacientes, y le descerrajaron dos tiros. Tras el asesinato, emprendieron la huida a pie por el centro de la ciudad.

Su comportamiento llamó la atención a un agente, quien ayer explicó a Canal Sur Radio que los vio "bastante sudorosos, con paso ligero y algo inquietos". El agente, que viajaba solo en el coche patrulla, les siguió hasta que huyeron por una calle de dirección prohibida. La colaboración de una mujer, explicó, fue decisiva para encontrarlos de nuevo.

Por otra parte, miembros del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron a última hora del martes en Eibar (Guipúzcoa) a Ibon Muñua Ariznabarreta, por su presunta relación con el aparato logístico de ETA. En la operación, se registraron tres locales y se incautó una máquina troqueladora de las que se utilizan para falsificar matrículas, informa Europa Press.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_