Las universidades estudian racionalizar su oferta tras el fracaso de carreras y las plazas vacías

"La oferta de plazas universitarias supera a la demanda en la Comunidad", decía un primer estudio realizado por el Instituto de Robótica en julio que se ha confirmado en septiembre, al quedar vacías 2.605 plazas. "El estado crítico de las carreras de Humanidades, la duplicidad de titulaciones, el fracaso de la adscripción de academias privadas y la no consolidación de la Miguel Hernández", conforman un escenario que, paradójicamente, ya se preveía en otro estudio de 1995-96. Sin embargo, "ello no ha impedido que se crearan universidades y titulaciones que no han tenido demanda". Las universidades y Educación se reúnen hoy para buscar una salida y tratar de racionalizar el sistema.

El resultado de las plazas adjudicadas en septiembre confirma una tendencia que empezó a insinuarse hace cinco años. De esta forma, de las 28.588 plazas nuevas ofertadas por el conjunto del sistema universitario público, un total de 2.605 plazas se han quedado sin cubrir, pese a que en septiembre se volvieron a ofertar en 78 titulaciones que no se habían llenado en julio. "Una situación que no se había dado nunca en el sistema universitario valenciano", puntualiza el director del Instituto de Robótica de la Universidad de Valencia, Gregorio Martín.Las conclusiones básicas son que "la oferta de plazas supera a la demanda"; que "la demanda se centra en carreras y centros muy concretos, incluso, parece primar la ciudad elegida y la universidad sobre la carrera a estudiar"; y "la confirmación de la poca aceptación que supone la creación de extensiones universitarias en localidades distintas a las sedes principales de cada universidad".

Según el catedrático -a quien la Dirección General de Universidades, que dirige Salvador Forner, encargó un primer estudio en julio tras confirmarse los primeros datos negativos- a esta situación hay que añadir el fracaso y la escasa demanda que tienen las titulaciones que ofertan distintos centros privados adscritos, fundamentalmente, a la recién creada Miguel Hernández de Elche. En el estudio también se analiza con preocupación "la situación especialmente crítica de las titulaciones de Humanidades en bloque (filologías, humanidades, geografía e historia, etc.). Así como "la clara sobreoferta de las dos titulaciones más ofertadas en la Comunidad, Derecho (en 5 centros universitarios) y Administración de Empresas (en 11) , y el "poco atractivo" que presentan los estudios de segundo ciclo. Con todo, la reflexión más preocupante es "la no consolidación de títulos de la Miguel Hernández". La quinta universidad fue creada por el Consell del PP en 1996 en contra de todos los análisis de los rectores valencianos y españoles, como ha quedado recogido, por ejemplo, en el estudio de financiación realizado en 1998 por José A. Pérez, gerente de la Politécnica y padre del diseño del Plan Plurianual de Financiación.

Del mismo modo que ya se aventuraban estas disfunciones entre la oferta y la demanda académica en dos informes previos a la creación de la universidad ilicitana del vicerrector de la Universidad de Valencia Francisco Morales, titulados Análisis de la oferta de plazas académicas en las cuatro universidades valencianas de los cursos 1995-96 y 1996-97, entregado a la Dirección de Universidades. Cinco años después, el estudio de Martín recuerda que la Miguel Hernández empezó a funcionar en 1997, por "lo que hace cuatro años eran evidencias, se han confirmado y agravado". "Ello, sin embargo, no ha impedido que en este tiempo se crearan universidades y carreras que han demostrado no tener demanda", como por ejemplo, la sobreoferta de títulos de ciencias básicas y del área económico-jurídico.

Tampoco aclaran demasiado las explicaciones oficiales que justifican el vacío de plazas con el descenso demográfico. "El descenso había empezado cuando se creó la Jaume I, hace 10 años, aunque entonces existía una presión de demanda geográfica muy clara", puntualiza Martín. De hecho, "el impacto de la caída demográfica se produce en el orden de 1.000-1.500 alumnos por año". Visto así, el impacto demográfico no explica por sí solo que -mientras todas universidades, a excepción de la Politécnica que cubre el 97%, tienen entre un 6% y un 9% de plazas vacías para este curso- el desajuste entre la oferta y la demanda se dispare en la Miguel Hernández hasta el 28,57%.

El crecimiento descontrolado del sistema universitario se explica más bien en base a las variables analizadas en el estudio de Martín: el número de alumnos financiables y la cantidad de titulaciones, que son las que al final tienen mayor impacto sobre el gasto corriente que se adjudica a cada universidad. Ahí es donde las universidades, se sugiere, deberán buscar las causas de la duplicidad e irracionalidad de titulaciones implantadas en los últimos cinco año y empezar a plantear soluciones.