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El Gobierno rechaza la pretensión de Arzalluz de internacionalizar el "conflicto vasco"

Luis R. Aizpeolea

El Gobierno rechazó ayer la pretensión del PNV de internacionalizar el "conflicto vasco". Su portavoz, Pio Cabanillas, pidió al presidente del PNV, Xabier Arzalluz, que se deje de "victimismos" ante la comunidad internacional y asuma el "rechazo moral" que provoca su pretensión de obtener réditos políticos del terrorismo. Incluso le acusó de "carecer de solidaridad cristiana" por su actitud ante las víctimas de ETA. Además, para el Ejecutivo es un "hecho relevante" la decisión de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de no acudir a la marcha contra ETA convocada por el lehendakari para el día 21.

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El Gobierno mantiene su política de confrontación con sus aliados políticos de la pasada legislatura. Por un lado, rechaza los planes soberanistas del presidente del PNV, Xabier Arzalluz, y por otro hace oídos sordos a las amenazas de CiU de romper la colaboración parlamentaria que aún mantienen si el Ejecutivo no responde a sus demandas de mayor financiación para Cataluña.El enfrentamiento con el PNV subió ayer un grado más con la respuesta del portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, a la reclamación de Arzalluz a los líderes de la Unión Europea (UE), reunidos este fin de semana en la localidad vascofrancesa de Biarritz, para que intervengan en el "conflicto vasco". El PNV ya intentó, sin éxito y durante la tregua de ETA, llevar la situación de Euskadi al plano internacional, e incluso solicitó la intervención del secretario general de la ONU, Kofi Annan, que fue denegada personalmente.

En cualquier caso, el Gobierno cree ganada de antemano su batalla con el PNV en el terreno internacional tras la expulsión de la formación nacionalista, el pasado martes en Chile y a instancias del PP, de la Internacional Democristiana.

El portavoz del Ejecutivo redundó en sus argumentos de que el partido que lidera Arzalluz está aislado por sus pretensiones soberanistas. Ahora, resaltó ayer Cabanillas, ya no se trata sólo de que la comunidad internacional se inhiba ante el "conflicto vasco", sino que la UE y también la Internacional Democristiana rechazan la legitimación que el líder del PNV hace del terrorismo de ETA -Arzalluz, el jueves, reiteraba en su declaración de Hendaya que los orígenes del conflicto "son políticos"- y del Pacto de Lizarra, que sustenta la colaboración entre el PNV y el brazo político de la banda. "Arzalluz es el único que aún no se ha enterado de la resolución del Parlamento Europeo contra la violencia de ETA, a la que se negaba cualquier legitimación, ni de la recomendación para que se otorgue el Premio Andrei Sajarov al colectivo !Basta ya!", señaló Cabanillas. El portavoz del Ejecutivo emplazó a Arzalluz a abandonar el "victimismo" en que se ha refugiado frente al acoso político a su partido y a afrontar la "unanimidad del rechazo internacional" a sus pretensiones. También le atacó en el terreno ético y atribuyó su expulsión de la Internacional Democristiana a la "carencia de solidaridad cristiana y democrática" que debía haber mostrado al PP y al PSOE por los asesinatos de sus cargos públicos.

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El Gobierno no se hace responsable de que el PNV se radicalice aún más tras su expulsión de la Internacional Democristiana. "Es un camino [el del soberanismo] que el PNV ha decidido tomar. Son por ello responsables y tendrá las consecuencias que tenga", dijo el portavoz, quien admitió que el radicalismo del PNV "es negativo para el País Vasco", pero negó que pueda culparse de ello al Ejecutivo. "El Gobierno no puede hacer una política en función de si el PNV se radicaliza o no. Quizás el discurso del PNV de ahora y su contenido es un discurso que muchos teníamos la esperanza de que no se produjera", añadió el portavoz.

El Ejecutivo también criticó la convocatoria de una marcha contra ETA por parte del lehendakari Juan José Ibarretxe. Cabanillas calificó de "hecho relevante" la negativa de la Asociación de Víctimas del Terrorismo a participar en ella. Esta asociación estima que Ibarretxe carece de "credibilidad" para liderar la lucha contra ETA.

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