Unas citas para salvar el puente

En Pamplona

El mal tiempo previsto no habrá impedido que muchos aprovechen el actual puente para irse de su lugar de residencia. Sin embargo, también habrá quien haya frenado sus ansias viajeras. Y estos, los que vivirán los próximos tres días como un fin de semana más, son los más interesados en que la cultura no se vaya también de vacaciones. Pues bien, no debe cundir el pánico ya que no faltan citas atractivas.Para empezar, tras actuar el miércoles en Oñati, el cuarteto californiano Beachwood Sparks mostrará hoy en Bilbao una propuesta que ya usaron en los años sesenta músicos como Gram Parsons y The Byrds. Un híbrido, reproducido en su primer elepé, que agradará por igual a amantes del pop, de la psicodelia y del country rock. Además, también se podrá disfrutar con la música del norteamericano Javier Escovedo, miembro de los Zeros.

Otra actuación destacada tendrá por marco mañana el escenario instalado en la plaza Arizgoiti de Basauri, al que se subirá Obús. El tiempo en que el conjunto asombraba a los aficionados españoles al rock más duro, compartiendo melenas, pantalones ajustados y camisetas ceñidas con colegas como Barón Rojo, ha quedado para el recuerdo, pero la formación original se ha vuelto a encerrar en un estudio para grabar Desde el fondo del abismo (Boa). Así, diez años después de su última entrega, pasados nueve de su disolución y cuatro de su reunificación, obligan a rescatar tópicos como el que reza que los viejos rockeros nunca mueren al firmar un digno disco de heavy metal. Quienes quieran escuchar de nuevo sus viejos éxitos pueden estar tranquilos, ya que no tendrán que soportar antes una batería de canciones que hayan convertido a Obús en una parodia de sí mismos.

Otro que vivió sus días de vino y rosas en los ochenta es José María Sanz, Loquillo, quien actúa hoy en Durango. Sin embargo, pese al descenso de las ventas, el Loco no tira la toalla y parece empeñado en recuperar su antigua credibilidad. Para ello nada mejor que reunir también de nuevo a los Trogloditas originales, la efectiva banda de rock cuyo desmantelamiento, debido a los excesos con las drogas, dio paso a un periodo en el que el rockero barcelonés no ha dejado de dar palos de ciego. Con todo, su última entrega, Cuero español, levanta un tanto el pabellón gracias a cierto deje stoniano, la inclusión de dos piezas inéditas del difunto Pepe Risi (Burning), la recuperación del clásico Cazadora de cuero de Farmacia de Guardia y la participación de Andrés Calamaro. Y, lo dicho, a cierta lucidez creativa e interpretativa se ha unido el respaldo de la columna vertebral de Los Trogloditas. Aunque aún falta su corazón, Sabino Méndez, el guitarrista que compuso todos sus éxitos.Ya en Pamplona, el pabellón Anaitasuna acoge hoy una velada en la que no caben viejas glorias. Dover, M-Clan y Bunbury, que se han subido al carro del éxito en los noventa, compartirán tablas en una velada que se promociona entregada al "rock del nuevo milenio", aunque lo poco que tienen en común lleva a pensar que el único criterio barajado para reunirles en el mismo cartel han sido sus cifras de ventas. Pero alguien habrá que disfrute por igual con el rock contundente de las hermanas Llanos, la fusión de pop, rock and roll y rock sureño que ofrecen ahora los murcianos M-Clan, y el fino eclecticismo del que hace gala el antiguo cantante de los pedantes Héroes del Silencio.

La oferta teatral también cuenta con varios reclamos. El Teatro Barakaldo cuenta con un estreno en Euskadi, el de El polígrafo (La máquina de la verdad). La obra, original de Robert Lepage y Marie Brassard, ha sido definida como un thriller metafísico merced a una trama que arranca en 1983 con el asesinato de una joven. El hecho de que un largometraje vaya a inspirarse en ese suceso sin solución actualiza, seis años después, los misterios y las pesquisas abiertas alrededor de un crimen en el que los amigos de la víctima son los principales sospechosos. Y, de paso, se recalca el sempiterno deseo de conocer la verdad del hombre.

Si Barakaldo ofrece una novedad, Basauri cuenta con la baza del humor inteligente, hilarante, abierto a la improvisación y al borde del absurdo, en ocasiones, de Faemino y Cansado. El dúo, curtido inicialmente en pequeños locales madrileños y lanzado a la popularidad por la televisión (Cajón desastre, Siempre perdiendo), presenta Visto y no visto en el Social Antzoki. Ése es el nombre de su último espectáculo, con el que regresaron a la palestra hace unos meses tras pasarse años manteniendo las mismas conversaciones delirantes en escena. "A grosso modo, por primera vez nos adentramos en el terreno de las artes adyacentes al humor como, por ejemplo, la parapsicología, la dialéctica o las cosquillas", ha asegurado la pareja que, aunque domina a la perfección el arte del gesto, continúa teniendo en la palabra su principal arma.

El Teatro Principal de Vitoria apuesta por la veteranía de Els Joglars. Dirigida por Albert Boadella, la compañía catalana recrea en Daaalí los últimos suspiros de la vida del pintor, una agonía en la que padece un delirio final que permite ver en escena a otros artistas contemporáneos y revivir acontecimientos como las dos guerras mundiales.

Y Getxo ha programado ocho obras para estos tres días dentro del marco de sus 18ª Jornadas de Teatro. Entre ellas, destacan No hay huevos, tercer montaje de los mordaces Sobradun que, con guión de Mauro Entrialgo y del director Eloi Beato, hace coincidir en un apartamento a un artista plástico, un vendedor de seguros y un desempleado; Txirrikiz, con el que Kukubiltzo tratará de ganarse al público infantil valiéndose de marionetas y animaciones; y Radio Golden, descripción de la actividad en una emisora de radio a cargo del cuarteto cómico vocal Golden Apple Quartet.