Israel mantiene el cierre del aeropuerto de Gaza

La decisión del primer ministro israelí, Ehud Barak, de cerrar el aeropuerto internacional de Gaza como represalia por el ataque sufrido por un autobús israelí en el que resultaron heridos tres judíos, supone en la práctica el bloqueo de la ayuda humanitaria a la zona, ya que los puestos fronterizos por carretera de Erez -con Israel- y de Rafah -con Egipto- se encuentran asimismo clausurados por orden de las autoridades militares hebreas.El cierre del aeropuerto impidió que llegara ayer por la mañana a la zona un avión humanitario, fletado desde Qatar, que transportaba médicos y medicamentos a bordo y que tenía, además, como misión evacuar a 12 heridos, entre ellos varios niños y un policía palestino. Asimismo, el cierre ha impedido la llegada de otras ayudas médicas procedentes de Arabia Saudí, Egipto, Jordania y Emiratos del Golfo.

La clausura del aeropuerto supone, además, una afrenta directa al honor y al orgullo nacionales palestinos, que consideran el aeródromo como uno de sus más preciados emblemas nacionales, que les ayudan a colocar a su comunidad en el camino de un verdadero Estado. El aeropuerto fue inaugurado hace cerca de dos años, aunque sus vuelos están controlados por las autoridades de Tel Aviv y las fuerzas aduaneras israelíes, ya que los palestinos no detentan el control de sus fronteras ni de su espacio aéreo. Gaza mantiene conexión con diferentes capitales árabes, entre ellas El Cairo, Ammán, Riad o Doha.

Hace diez días, cuando se inició esta nueva Intifada, las autoridades israelíes ordenaron también la paralización de las obras del puerto de Gaza, cuya luz verde se logró hace pocos meses después de unas negociaciones que han durado varios años. La suspensión del proyecto afecta, además de a los palestinos, a la Unión Europea, con los holandeses a la cabeza, que financian y colaboran en la construcción de este proyecto.