Una exposición revisa los 'picassos' de las colecciones españolas
Segovia reúne 133 obras de museos y privados
El Museo Esteban Vicente, de Segovia, acoge desde hoy una exposición en la que se revisa la obra de Picasso (1881-1973) en las colecciones españolas, a través de 133 obras, que ofrecerá un recorrido antológico por todas las etapas de su trayectoria. La obra procede de los cuatro museos monográficos dedicados al pintor malagueño, así como de nueve museos nacionales, fundaciones privadas, empresas, galerías y 44 colecciones privadas, la mayoría de Barcelona.
En lo que la directora del museo segoviano, Ana Martínez de Aguilar, considera como una ocasión única para que el espectador reciba una información visual fidedigna de cómo está representado este artista en las colecciones de su país, ya que la exposición no viajará a otras ciudades, también se expone el óleo Desnudo acostado con gato, de 1964, destinado al futuro Museo Picasso, de Málaga, una donación de la Fundación Paul, Christine y Bernard Ruiz Picasso.Martínez de Aguilar mencionó colaboraciones, como la que ha hecho la Fundación Thyssen-Bonermisza, con El hombre con clarinete, una de las obras más importantes del cubismo, de 1911, y la de la baronesa Carmen Thyssen, que ha aportado Los segadores, de 1907, muy relacionado con el momento de Las señoritas de Avignon. En total, se podrán ver 30 óleos, 60 obras originales sobre papel realizadas con diversas técnicas, seis esculturas, dos tapices y una amplia representación de su trabajo como grabador.
Para la responsable de la pinacoteca, hay obras muy representativas de a partir de 1970, que es cuando en España crece el interés por adquirir picassos, y luego hay un periodo intermedio, entre los años veinte y cuarenta, representados por obras más pequeñas, enormemente íntimas y de una belleza sorprendente.
La muestra, que permanecerá abierta hasta el 14 de enero próximo, tiene un presupuesto que supera los 54 millones de pesetas, financiados principalmente por la Fundación del Patrimonio de Castilla y León y Caja Segovia, en colaboración con el Ministerio de Educación y Cultura.
Con una ordenación de las salas entre cronológica y temática, la exposición la abre la gran escultura de La dama oferente (1933), de más de dos metros de altura, mientras que a la entrada se puede apreciar un retrato de Picasso realizado en terracota por Pablo Gargallo, en 1913.
La zona de los pasillos empieza por 1895, con la obra más antigua, y toda la parte del modernismo y obras singulares del Cuaderno de Madrid, nunca vistas, con influencia de Toulouse-Lautrec, y una serie de obras que representan a los periodos azul y rosa. En la primera sala hay distintos cubismos y toda una serie de bodegones, principalmente de los años veinte. Le siguen una serie de cuadros alrededor del Guernica, como Cabeza de caballo, llegando hasta mediados de los cuarenta.
En la planta superior, en una sala, se juntan representaciones del surrealismo clásico y de la temática de El Minotauro y, en otras dos, una recoge la serie de Los Mosqueteros y de El pintor y la modelo, aparte de retratos femeninos y obras de distinta índole.
Recordando una frase del comisario de la exposición, Francisco Calvo Serraller, Martínez de Aguilar subraya que, si de Goya España tiene el 80% o el 90% de su mejor obra, en el caso de Picasso hay un porcentaje muy pequeño.
Calvo Serraller, que dirigirá un ciclo de conferencias titulado Bárbaro Picasso con algunos de los más destacados especialistas sobre la obra y la figura del artista, analiza en el catálogo las relaciones de Picasso con España y la influencia de la tradición española en su obra. Incluye además un estudio de la distribución de las obras del pintor en las colecciones públicas españolas, una biografía y una completa documentación de la exposición.
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