Reguladores débiles
Los nombramientos de Pilar Valiente como presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y de Gonzalo Solana como presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) no son una buena noticia para los ciudadanos, aunque por distintas razones. Con independencia del éxito futuro de su gestión, que hay que desear a ambos, ninguno de los dos parece responder al perfil de independencia política, criterio técnico y autoridad que requieren ambos cargos. La CNMV y el TDC son instituciones fundamentales para defender la transparencia de los mercados y punto de referencia de inversores y accionistas. Los graves problemas internos que ha sufrido la CNMV el último año aconsejaban el nombramiento de una persona capaz de cerrar las heridas e impregnar de credibilidad esta institución. Pilar Valiente participó en la denuncia política de la amnistía fiscal de los 200.000 millones lanzada irresponsablemente contra el último Gobierno del PSOE y que se saldó con un estrepitoso fracaso en el Parlamento. Solana es un profesional de perfil bajo, en un momento en que el TDC necesitaba dar un salto adelante. No parecen los nombramientos más idóneos.
No es necesario escarbar mucho para encontrar en el entorno del PP -suponiendo que ése fuese un elemento imprescindible, que no lo es- personalidades de mayor peso político capaces de dirigir dos instituciones cruciales. No se trata de un problema de escasez de profesionales relevantes, sino de una política más orientada a buscar la adhesión acrítica e incondicional al Gobierno que a ofrecer confianza a los mercados y a los ciudadanos. A pesar de su mayoría en las urnas y de la experiencia de cuatro años de gobierno, el Ejecutivo demuestra que por encima de todo valora la sumisión. En cuestiones de competencia, su credibilidad es nula.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.