Sanidad ha consumido en ocho meses el 99% del dinero presupuestado para gasto farmacéutico en todo el año

Sanidad continúa sin saber cómo poner freno a la sangría de fondos que le supone a la hacienda valenciana el gasto farmacéutico. A finales de agosto, la consejería que dirige Serafín Castellano ya había consumido 111.218 millones de pesetas, una cantidad que asciende al 99% del dinero presupuestado para farmacia, según ha podido saber este diario. Con este ritmo de gasto, situado en unos 450 millones de pesetas al día, el pasado 4 de octubre ya se había sobrepasado la dotación destinada a esta partida para este año, que asciende a 112.119 millones.Este dinero se destina a pagar a los farmacéuticos las facturas que trasladan mensualmente a la Generalitat correspondientes a los medicamentos dispensados con receta. Habitualmente, los pagos correspondientes a un mes se cobran a finales del mes siguiente, es decir, los farmacéuticos cobran las facturas correspondientes al mes de abril en mayo.

Es inutil que la Generalitat aumente los fondos destinados a este apartado. Los 103.000 millones del año pasado fueron revisado al alza en la redacción de los presupuestos para este año y se situaron en los 112.119 millones. Sin embargo, este crecimiento se ha mostrado absolutamente insuficiente. El desmesurado ritmo de consumo y la ineficacia de las medidas de contención del gasto hace que año tras año se mantenga el agujero del gasto farmaceutico de la Generalitat y no pare de crecer.

Parte de la culpa de que a estas alturas de mes Sanidad ya haya liquidado todo el presupuesto de farmacia se encuentra en el déficit que se arrastra de 1999. Un total de 20.402 millones correspondientes a noviembre y diciembre del año pasado se dedicaron por completo a tapar el agujero del año pasado, de forma que el uno de enero de este año ya se había gastado el 18% de los fondos presupuestados para farmacia. Los 20.402 millones pendientes de 1999 y los 90.816 gastados entre enero y agosto sitúan a Sanidad, a falta de cuatro meses para final de año, en una situación extremadamente complicada para cumplir con sus compromisos de pago con los farmacéuticos.

El director general de prestación farmacéutica tendrá que esforzarse en aplicar de forma efectiva las políticas de uso racional del medicamento implantadas por su propia consejería, especialmente, los programas de información para los médicos de cabecera destinados a que prescriban las especialidades farmacéuticas de menor precio.