El Tribunal de Luxemburgo anula la directiva europea que prohíbe la publicidad del tabaco
La Comisión Europea anuncia que elaborará otro texto legal menos restrictivo
La batalla abierta en Europa contra el tabaco sufrió ayer un serio revés. Un error de procedimiento ha causado que el Tribunal Europeo de Justicia, con sede en Luxemburgo, dictamine la anulación de la directiva que prohibía la publicidad del tabaco. La norma, aprobada en 1998, no había entrado aún en vigor, pero ya se había incorporado a la legislación de varios países. Bruselas anunció inmediatamente su disposición a elaborar un nuevo texto que tendrá que ser menos restrictivo. Europa no podrá prohibir totalmente la publicidad del tabaco y deberá conformarse con ponerle ciertos límites.
El patrocinio se salva
El error jurídico cometido por las instituciones europeas ha sido el de fundamentar la directiva en la necesidad de armonizar la legislación comunitaria de acuerdo con el funcionamiento del mercado interior. De esta manera, las instituciones podían zafarse de la necesidad de contar con el voto unánime de los Quince, que no estaba garantizado, ya que Alemania y Austria mostraron su oposición a prohibir la publicidad del tabaco. El verdadero objetivo de la directiva era evidentemente el de proteger la salud de los consumidores, pero para ello era necesario contar con la unanimidad de los Quince. El Tribunal de Luxemburgo recuerda, además, que el Tratado excluye la armonización de las disposiciones de los Estados miembros destinadas "a proteger y mejorar la salud humana".La Corte Europea ha considerado, en consecuencia, que una directiva no puede fundamentarse en el artículo 100 del Tratado de la Unión, relativo al mercado interior, porque éste tiene por objeto la mejora del mercado y, por tanto, la de favorecer la libre circulación de mercancías. Un principio, en fin, que difícilmente se puede impulsar prohibiendo la publicidad de tales mercancías. Así, la sentencia establece que "el legislador comunitario no era competente para adoptar la directiva".
Para la Comisión Europea, la decisión del Tribunal no es un camino sin retorno. Y para demostrarlo remite a la propia sentencia, que, en efecto, admite que "las disposiciones del Tratado relativas al mercado interior habrían permitido adoptar medidas de prohibición parciales de determinadas formas de publicidad y patrocinio de los productos del tabaco". ¿Qué medidas, cuándo y con qué procedimiento? La Comisión, dijo la portavoz de Salud y Protección de los Consumidores, debe ahora estudiar la sentencia y ver cómo reiniciar el procedimiento.
De momento, la victoria de los demandantes no tiene paliativos. El recurso contra la directiva lo presentaron en su día Alemania, presionada por la potente industria editorial, y las compañías tabaqueras, lideradas por Imperial Tobacco. Los jueces reconocen sus principales argumentos, como que la publicidad del tabaco en revistas y periódicos apenas tiene incidencia en el mercado interior y que la prohibición del patronicio en algunos países "da lugar al traslado de determinadas competiciones deportivas, provocando distorsiones de la competencia entre las empresas vinculadas a estos acontecimientos".
De ahí que la Comisión Europea admitiera ayer que el nuevo texto que elabore será menos restrictivo, por ejemplo, con la publicidad en periódicos y revistas. También deberá revisar la prohibición total del patrocinio de acontecimientos deportivos. Los demandantes argumentaron que tal prohibición, además de producir distorsiones de concurrencia, obliga a los patrocinadores a elegir otros lugares para sus eventos, "lo que entraña consecuencias económicas importantes cuando se trata de competiciones deportivas como las carreras de Fórmula 1".Para la Comisión Europea, la experiencia en este terreno no ha demostrado de manera evidente una pérdida neta de empleos. "De hecho", dice la Comisión, "los gastos consagrados a la publicidad del tabaco, al patrocinio y al consumo han sido reemplazados por publicidad en otros sectores, en particular en las nuevas tecnologías de la información". La Comisión ha recordado también que hay otros productos sobre los que ya pesan normas muy restrictivas relativas a la publicidad, como son las armas de fuego y los medicamentos.
La directiva de julio de 1998 ahora anulada establecía la prohibición total de anuncios directos en 2002, de la publicidad indirecta en 2003 y del patrocinio de conciertos o eventos deportivos a partir de 2006. El texto se aprobó con el voto en contra de Alemania y Austria y con la abstención de España y Dinamarca. Los Estados miembros de la Unión debían trasponer dicha directiva antes del 30 de julio próximo. Muchos ya han legislado contra la publicidad del tabaco y tienen normas en vigor a las que no atañe la sentencia de ayer.
Además, la Federación Internacional de Automovilismo decidió el pasado miércoles renunciar al patrocinio de marcas de tabaco a partir de 2006. El comisario de Salud y Protección de los Consumidores, David Byrne, aplaudió esta iniciativa. "Esto demuestra", dijo, "el cambio de actitud que se está produciendo".
La presidenta de la Comisión de Salud Pública del Parlamento Europeo, Caroline Jackson, manifestó ayer su confianza en que la mayoría de los diputados se mostrarán partidarios de mantener la prohibición de la publicidad si la Comisión es capaz "de hallar la base legal adecuada".
En todo caso, como advirtió Byrne, la mayoría de los países de la UE apoyaban la directiva ahora anulada y, por tanto, las instituciones europeas van a seguir presentando iniciativas contra el consumo del tabaco, un fenómeno que mata más que los accidentes de tráfico y el alcoholismo juntos.
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