Los expertos anteponen la gestión racional del agua en cuencas deficitarias a los trasvases

Las discrepancias que mantienen los expertos en materia hídrica sobre la gestión del agua, aireadas ayer en un congreso nacional que se celebra hasta el sábado en Orihuela, complican la adopción de medidas para paliar el déficit hídrico de las cuencas del Júcar y el Segura. No obstante, varios expertos antepusieron ayer la adopción de una gestión racional del agua en cuencas deficitarias a la proliferación de trasvases. Los organizadores del foro confían en obtener conclusiones relevantes que permitan aclarar el tema ahora que el Plan Hidrológico Nacional se encuentra en pleno debate. La consejera de Agricultura, María Angels Ramón-Llin, fue recibida con una pitada por miembros del sindicato agrario COAG.

La primera jornada del congreso nacional sobre la gestión del agua en cuencas deficitarias, que se celebra en la Escuela Politécnica Superior de Orihuela, se desarrolló cargada de llamadas de atención sobre la necesidad de que las medidas que se adopten para paliar el déficit hídrico sean compatibles con el medio ambiente.Juan Marco Segura, del departamento de ingeniería de la Universidad Politécnica de Valencia, alertó sobre la "irreversibilidad" de algunas actuaciones. A su juicio el agua, como factor generador de espacios diferenciados, ocasiona la necesidad de una ordenación territorial en función de su disponibilidad, rentabilidad e, incluso, de intereses estratégicos. Ésto puede producir, dijo, externalidades ambientales, a menudo no previstas y en ocasiones incontrolables, que obligan a reflexionar sobre la irrervesibilidad para el medio ambiente.

Josep Carles Genovés, del departamento de Economía Agraria de la Politécnica, advertirá hoy sobre las prácticas "obsoletas" de gestión y la tutela administrativa "ambigua" que mantienen los organismos de gestión (confederaciones hidrográficas, comunidades de regantes y sociedades civiles de riego). Genovés reclama una "reflexión serena" que contemple las tarifas, los precios y los mercados del agua, la financiación de la modernización de infraestructuras y la gestión de la demanda.

Las divergencias más radicales las mantuvieron Pedro Arrojo, profesor de la Universidad de Zaragoza, y Melchor Senet, profesor de de Ecología Hidrológica de la Universidad de Murcia. Éste realizó una encendida defensa de los trasvases a la cuenca del Segura porque, de lo contrario, aseguró, el regadío se reducirá a la mitad en un plazo de 10 o 15 años, informa Pilar Girona. Con un discurso ácido, el profesor Arrojo advirtió de que el déficit hídrico no tiene solución mientras no se ataje la "corrupción hidraúlica de este país". "Los trasvases son una huida hacia delante", denunció, y advirtió de que cuando en primavera se aprueble el Plan Hidrológico Nacional las propias leyes permitirán que los derechos espectantes del agua se puedan comprar y vender. "Se comprará agua virtual en los mercados especulativos", explicó. A modo de ejemplo se refirió a Terra Mítica. El parque temático, señaló, podrá acudir al Delta del Ebro a comprar derechos de agua para los próximos 40 años aunque el trasvase no esté aprobado. El daño, añadió, puede ser irreparable, pues los derechos de futuro sobreexplotarán aún más los acuíferos.

Antonio Gil Olcina, director del Instituto de Geografía de la Universidad de Alicante, que acaba de recibir el encargo del Gobierno de elaborar un informe del Plan Hidrológico, alertó sobre el aprovechamiento excesivo de los recursos en la cuenca del Segura y sobre la contaminación "absolutamente intolerable" del río.

La consejera de Agricultura, María Angels Ramón-Llin, expuso que la política del Gobierno valenciano en regadíos tiene entre sus objetivos prioritarios el ahorro del agua y la modernización de los mismos. Recibida con una pitada por miembros del sindicato COAG que denuncian el "robo del agua" y los vertidos contaminantes al Segura, Ramón-Llin comprometió la atención a la demanda de los agricultores valencianos con subvenciones para obras que mejoren la gestión de agua a través de las nuevas tecnologías.