El director del Macba sugirió al del MNAC incluir obras actuales en sus colecciones
Manuel Borja-Villel, director del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), dijo ayer en la apertura del curso académico de la escuela de diseño y arte Eina, que ha sugerido "al director del Museo Nacional de Arte de Cataluña [MNAC], Eduard Carbonell, la inclusión de arte actual en las colecciones del museo". La disputa para fijar los límites cronológicos de los museos barceloneses había quedado zanjada con la fijación de finales de los años cuarenta como punto de arranque de la colección del Macba. "Si estamos hablando de un museo nacional, es absurdo que quede interrumpida de un plumazo esa evolución artística", dijo Borja-Villel. La sala dedicada a la creación contemporánea entrará en funcionamiento cuando finalicen les obras de la última fase, que permitirán visitar al completo las colecciones del MNAC. Carbonell agregó que será una selección con pocas obras y estará fuera de circuito, dentro del recorrido del museo. Borja-Villel, que pronunció la lección inaugural El retorno del hecho político, centró su intervención en aportar su visión de qué papel tienen que desempeñar los museos en la actualidad: "Hasta ahora, los museos han explicado una sola historia lineal. Es necesario que sean la representación de la memoria crítica, que entren en contradicción, que sean el reflejo de algo más que la gestión de su director".
Contra el modelo
El director del Macba se mostró en contra del modelo que un día se pretendió para Barcelona y que consistía en atribuir a cada institución museística un tramo histórico. "Con el Museo Picasso, se cubrían las vanguardias históricas; con la Fundación Miró, los años treinta; con la Tàpies, los cincuenta. Un mueso no tiene que dar respuestas, sino plantear preguntas", añadió.Borja-Villel también se mostró crítico con dos líneas que parecen marcar la existencia de los museos contemporáneos. "Por una parte, se pretende mostrar el arte joven como manera de encarar lo que tiene que venir, y por otra existe la obsesión de mostrar las raíces de lo que es el arte actual. Ambas posturas son las dos caras de una distinta moneda porque sitúan la historia en la búsqueda de mitos", reflexionó. "Hay que recrear la memoria, pero desde un punto de vista crítico. Hay que ofrecer una visión del arte plural, con muchas historias, teniendo en cuenta que todo cambia; por eso, entrar en contradicciones también es un elemento más que configura lo que debe ser para mí un museo de arte contemporáneo".
En la conferencia, Borja-Villel también habló del peligro que tiene para el arte la capacidad de asimilación de los museos. "Cuando Duchamp vio que sus ready-mades [objetos cotidianos que adquieren una nueva categoría según el contexto en el que se presentan] eran ya asimilados por el comercio, él mismo, para impedir esta situación, los agrupó como una mercancía para ser así el autor de esa asimilación".
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