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DEBATE DE POLÍTICA GENERAL 2000

El presidente pormenoriza la obra hecha para justificar que su Gobierno actúa

Francesc Valls

Jordi Pujol apabulló con datos y cifras a una oposición que siempre le acusa de no gobernar. El presidente de la Generalitat se preocupó ayer de abordar asuntos que preocupan en la calle: educación, empleo, agricultura, agua, vivienda... Y todo eso para concluir que la identidad, el tan denostado nacionalismo identitario, se preocupa de la vida cotidiana de los ciudadanos. Un corolario al que siempre le gusta llegar a Pujol cuando le critican por esencialista y por vivir fuera de la realidad. Por eso, en el debate de política general de ayer decidió tener los dos pies en el suelo.

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No hubo guiños a la oposición: ni al PSC, ni a Esquerra Republicana, ni al Partido Popular. La doctrina del discurso que Pujol pronunció ayer en el Parlament con motivo del debate de política general tenía como objetivo tocar el suelo. Bajó tanto a lo cotidiano que en ocasiones más que un discurso parecía estar leyendo la memoria de un departamento de la Generalitat. Por ejemplo, se refirió a que los formularios de la Administración autonómica estarán disponibles a través de Internet.

El alma de Vicens Vives

El presidente de la Generalitat quería partir de esta pista de aterrizaje para desempolvar a Jaume Vicens Vives, el alma realista de Pujol -la romántica es Ferran Soldevila-. Por ello, tras repasar los elementos que más afectan a la vida cotidiana, Pujol se refirió a la moral del esfuerzo, que Vicens Vives denominaba "l'eina i la feina". Ello junto al caracter receptivo y de acogida de la sociedad catalana, a su capacidad de síntesis cultural, configuran los trazos de la identidad, según desgranó en su largo discurso."Hay que destacar que la opción de gobierno de la Generalitat durante 20 años ha sido que el principal elemento de sentimiento de pertenencia debía ser que todos y cada uno de los ciudadanos sintiesen que el país y sus instituciones se esforzaban en dar respuesta a sus necesidades y aspiraciones y a su deseo de promoción", dijo Pujol. Y abundó: "Es una opción que sigo creyendo que es correcta, aunque no todos estén de acuerdo porque consideran que no se ha puesto suficiente acento en lo que directamente es educación y estímulo del sentimiento de país".

"De todas formas, el progreso material y moral de los ciudadanos, la creación de una sociedad de bienestar y de una sociedad abierta a la promoción de las personas y de las familias seguirán siendo un objetivo básico de nuestro Gobierno. Sólo pensemos si [realmente] nos quedamos cortos en sentimiento, en conciencia cívica y de país y en valores ciudadanos", se preguntó el presidente, para concluir: "Todo esto es identidad".

El presidente de la Generalitat alabó el espíritu de consenso que ha permitido la aplicación de la Ley de Política Lingüística y agradeció la defensa de la cultura catalana que han llevado a cabo históricamente los inmigrantes. Justamente la otra cara de la moneda de lo que practica, a juicio de Pujol, el Gobierno del PP. Y aquí fue donde descargó sus críticas contra el Ejecutivo de Aznar. "Somos conscientes de que hay una ofensiva cultural que persigue situar la cultura catalana -o al menos la cultura en catalán o muy vinculada a Cataluña- en la marginalidad. Es una ofensiva que dispone de dinero y poder político, concretamente las dos cosas que reclamamos", dijo Pujol. "Cada vez que se nos dice que el Estado debe estar presente en Cataluña se demuestra que [en el PP] ya han olvidado la Constitución, según la cual la Generalitat es Estado", subrayó. Y para coronar la constitucionalidad de su razonamiento agregó: "La aplicación correcta y yo diría que leal de la Constitución requiere una financiación adecuada al ejercicio de esta competencia exclusiva".

Cataluña, una ilusión

Puestos en este terreno no podía faltar una referencia a lo que Pujol considera una financiación deficiente. No para un proyecto nacionalista identitario, quiso enfatizar Pujol, sino para las personas que viven en este país. "¿Qué preocupa a la gente? ¿Las guarderías? Sí. ¿Las residencias geriátricas? Sí. ¿Esta carretera y la otra? También... Todo esto y muchas cosas más, para hacerlas bien y en cantidad suficiente, significa financiación. Ya es hora de que nadie se haga el distraído ante este problema porque la nueva negociación está al caer", dijo Pujol, para quien éste es un problema que no afecta sólo a la clase política, sino también a la sociedad.Para quien no hubiera captado el mensaje, Pujol quiso dejar claro que este nacionalismo ya está inventado y que nada de experimentos. "Somos referente para muchos; no nos hace falta inventar nada que potencie una gran ilusión", dijo. Porque para Pujol esa ilusión tiene nombre: Cataluña.

Joan Sanchez

La multa de Huguet

Una patrulla de la Guardia Civil multó ayer al vicesecretario general de ERC, Josep Huguet, por lucir el distintivo CAT en la matrícula de su vehículo mientras circulaba por la autopista A-18 camino de Barcelona para acudir al debate de política general en el Parlament.En la multa, de 15.500 pesetas, se relata el hecho denunciado como circular "con placas de matrícula que no son perfectamente visibles". Según la denuncia, Huguet lleva "una pegatina colocada entre la letra de la provincia y la serie de números, induciendo a error en su lectura". En ningún momento se hace referencia a que el adhesivo es el correspondiente al distintivo CAT.

Huguet exhibió gustosamente la multa tras la intervención de Jordi Pujol en el Parlament e instó al presidente catalán a "jugar a fondo y no sólo en cuestiones simbólicas como llevar el CAT en las matrículas". El distintivo que Huguet luce en su coche está colocado sobre la propia matrícula, contrariamente a los vehículos oficiales de la Generalitat, que lo llevan en la parte posterior derecha.

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