Centros sin conexión
La Ley de Reproducción Asistida española establece que un mismo donante de semen no podrá fecundar a más de seis mujeres. Hasta aquí, todo parecería normal y hasta fácil de conseguir, pero la práctica demuestra que en la vida cotidiana el cumplimiento de este mandato legal puede resultar casi imposible. Los bancos de semen de España no están conectados entre sí formando una red en la que se compartan los datos de los respectivos donantes. Esto propicia que un interesado pueda hacer donaciones de semen en el hospital Ramón y Cajal de Madrid durante seis meses y después seguir donando semen, por ejemplo, en el hospital Clínico de Barcelona, en La Fe de Valencia o en el hospital de Cruces de Bilbao.
La única obligación de los respectivos bancos es eliminar las muestras de un paciente determinado cuando haya conseguido en su centro los seis embarazos.
El hospital Ramón y Cajal efectuó el año pasado más de 300 inseminaciones, todas las cuales resultaron positivas, según sus responsables.
Otra característica destacable del funcionamiento de estos bancos es que el esperma no puede salir del recinto. Una mujer que sea tratada en Castilla-La Mancha de un problema de infertilidad deberá desplazarse hasta el centro más cercano para ser inseminada.
"Está prohibido enviar muestras, y éstas sólo pueden estar aquí, bajo nuestra custodia y utilizadas por nuestro personal. Así lo marcan la ley y nuestro protocolo de actuación", explica el médico del servicio de Ginecología del hospital Ramón y Cajal de Madrid, José Luis
Caballero Díez.
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