Pujol pone a prueba su mayoría parlamentaria con el PP frente a las ofertas del PSC y ERC

El Gobierno y la oposición miden sus fuerzas entre hoy y el jueves en el primer debate de política general que celebra el Parlament desde la investidura de Jordi Pujol como presidente con el apoyo del Partido Popular (PP). Pujol ha anunciado que no piensa cambiar de política ni de aliado, pero lo hará ante un Pasqual Maragall que no cesa de ofrecerle acuerdos sobre los principales asuntos y de una Esquerra Republicana (ERC) dispuesta incluso a entrar en el Gobierno catalán a poco que Pujol muestre su rostro más nacionalista. El PP está dispuesto a mantener su apoyo.

El debate empieza hoy con una intervención de Pujol. Mañana debatirá con los portavoces de los grupos: Pasqual Maragall (PSC), Alberto Fernández (PP), Josep Lluís Carod (ERC) y Rafael Ribó (IC-Verds), por este orden. Y el jueves se votarán las resoluciones.Pujol aprovechará el debate para reprochar al Gobierno de Aznar su "poca sensibilidad autonómica", pero sin que ello ponga en peligro su alianza con el PP. A lo sumo, tratará de no aparecer como rehén del PP y aspira a aprobar alguna resolución, en particular sobre financiación autonómica, con el máximo apoyo posible.

A pesar de que algunos sectores de Convergència (CDC) han presionado para explorar un pacto con ERC, Pujol ha dejado claro a sus colaboradores que no romperá los puentes con los conservadores. Lo expresó en la reunión del Consell Executiu el pasado jueves, y lo reiteró el domingo en el consejo nacional de su partido.

Pujol preparó ayer el debate con el líder de Unió y consejero de Gobernación, Josep Antoni Duran Lleida, y con el portavoz parlamentario de CiU, Ramon Camp. Su discurso se basará en que en este primer año de legislatura el Ejecutivo de CiU ha demostrado su capacidad para gobernar y que tiene posibilidades de continuar haciéndolo con apoyos amplios, no sólo del PP, una idea que esgrimió ayer el portavoz de Unió, Jordi Casas, tras la reunión del comité de gobierno del partido.

Este planteamiento es precisamente lo que socialistas, republicanos y ecosocialistas consideran que debe cambiar. Los socialistas pretenden demostrar que tras un año sin una mayoría parlamentaria sólida, dependiendo de los favores del PP, el balance de la gestión del Gobierno de Pujol es "irrisorio"· El portavoz del PSC, Miquel Iceta, resumió así la posición de su partido: "Esperamos una clarificación sobre la estabilidad del apoyo parlamentario con que cuenta Pujol, pero si no se produce, nosotros dejaremos claro que en la oposición hay una alternativa, otra estrategia y un programa para gobernar". El cálculo de los socialistas es, no obstante, que Pujol pase como pueda este debate y la clarificación que desean no se produzca hasta la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat para el año 2001, a los que el PP ya ha ofrecido dar su aprobación.

Pujol deberá responder también entre hoy y el jueves a la propuesta de ERC de formar una nueva mayoría nacionalista. Carod ofrecerá a Pujol el voto de los 12 diputados independentistas para que CiU deje de ser "prisionero" del PP.

Los republicanos también están a la espera de una clarificación de las alianzas. Quieren que quede solemne constancia parlamentaria de que si CiU se ha visto reducida, como dijo ayer Carod, a la condición de "esclava" del PP, no es por culpa de ERC. Si Pujol desoye esta oferta se consideraran legitimados a los ojos del electorado nacionalista para lanzarse a una labor de oposición sin contemplaciones.