Diez años de unión alemana

Al contrario de lo que expresa el viejo refrán, la fortuna no siempre se alía con los osados, y, sin embargo, la decisión tomada por Helmut Kohl de hacer todo lo que estaba en su mano para unir las dos partes de su dividido país ha sido muy afortunada. Diez años más tarde, pese al coste que ha tenido, pese a las quejas y a las complicaciones y a pesar de la caída en desgracia de Helmut Kohl, la reunificación alemana es un hecho claramente satisfactorio. La mayoría de los temores que entonces se expresaron se ha evaporado. (...) La fusión es vista hoy, si no como algo natural, sí como algo inevitable. Podría haber sido algo natural, pero desde luego no era algo inevitable en su momento. Así pues, felicidades a Kohl. (...) Hoy día, los temores sobre una Alemania muy poderosa parecen infundados.Pero no todas las preocupaciones existentes eran simples temores sobre un expansionismo alemán, y tanto en Alemania como entre sus vecinos se temía que Alemania, tras la unificación, se preocupara más de sí misma que de la integración europea. (...) Quizás la historia de amor de Alemania con Europa ya es ahora algo menos ardiente de lo que fue en el pasado: este euro desmayado despierta pocas pasiones. Así pues, Alemania está cambiando para bien, en parte porque los políticos en ejercicio, incluyendo al canciller Schröder, son demasiado jóvenes como para sentir culpa directa de la guerra, y en parte debido a la unificación. (...) La conclusión hoy es que nos encontramos ante un país más confiado en sí mismo, no un país por el que sentir temores, sino un país al que hay que tener muy en cuenta.

, 30 de septiembre