El 57% de los franceses apoya la "enseñanza de las religiones"
Aumenta el respaldo social a los principios laicos en los programas escolares
Las escuelas públicas tienen que hacer frente a más demandas cada vez que tienden a tomar en cuenta el hecho religioso. Sin embargo, el ministerio francés de Educación considera que la organización escolar no puede ser cuestionada por preceptos religiosos. Un sondeo señala que el 57% de los franceses está a favor de "la enseñanza de las religiones", pero el 72% es hostil a que se imparta clase durante las fiestas religiosas.
Demanda social
El estudio, realizado por CSA para Le Monde y la revista Notre Histoire, señala que si bien la mayoría de los consultados se muestra favorable a que se enseñe la historia de las religiones, ese porcentaje está disminuyendo.Esta tendencia está probablemente relacionada con la evolución de los programas de historia de los institutos que, desde 1996, han integrado esa aspiración. En el instituto Romain-Rolland de Argenteuil (departamento de Val-d'Oise), los profesores consideran que tomar en cuenta las manifestaciones de identidad es una condición para acceder al aprendizaje escolar.
¿Es la religión una razón "válida" para dispensar de clase todos los sábados ? "En ningún caso", recordó a finales de agosto el ministro de Educación Nacional, Jack Lang. Sin embargo, la Iglesia adventista del séptimo día, una confesión protestante que celebra el sabbat, se felicitó por el "avance significativo" que al parecer le ha reconocido ese ministerio. Ocho meses después de que un estudiante adventista de un instituto de Versalles obtuviese autorización para ausentarse (retirada posteriormente por orden de la ex ministra de Educación Ségolène Royal), este nuevo episodio demuestra que los principios laicos se convierten, con regularidad, en una cuestión pedagógica.
La encuesta confirma la existencia de una demanda social para que se tome en cuenta el hecho religioso en la escuela, en especial, en los programas escolares. La cuestión planteada ("Se habla de crear una asignatura de historia de las religiones para el conjunto de Francia en los colegios e institutos públicos, ¿está a favor?") es voluntariamente la misma que la que se escogió en 1988 y 1990 en las dos encuestas realizadas para el semanario Télérama. No menciona la reforma de los programas de historia introducida a partir de 1996.La primera observación es que, si bien la mayoría de las personas preguntadas sigue deseando que se introduzca una "asignatura de historia de las religiones", esta cifra ha disminuido: del 65% en 1988 y el 58% en 1990 se ha pasado al 57% en la presente encuesta. Al mismo tiempo, la proporción de personas "más bien en contra" o "muy en contra" ha pasado del 28% en 1988 al 41% en 2000.
Una de las interpretaciones que se pueden hacer de estos resultados es que las reformas de 1996 respondieron parcialmente a la demanda que se expresaba en 1988, en un momento en el que el debate sobre la religión en la escuela estaba en su apogeo. Paralelamente, el avance de las opiniones en contra puede interpretarse como la expresión de un temor o de una crispación del gran público frente al aumento de las reivindicaciones religiosas y de identidad en la escuela pública. La mayoría de los entrevistados sigue pensando que "la enseñanza de la historia de las religiones en los programas escolares" no presenta "un riesgo para el espíritu laico de la escuela pública", (el 52%). Aunque esa cifra está en descenso en comparación con un sondeo realizado en 1991 por Le Monde de l'éducation (58%).
En un panorama religioso fragmentado, frente al eco que tienen las tendencias integristas en la actualidad internacional, la escuela laica aparece como una muralla y un factor integrador de las diferencias.
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