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Castilla y León crea un servicio contra la violencia escolar

Atención en el centro

La Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Castilla y León creará para todas sus provincias un servicio para el apoyo a los alumnos con alteraciones del comportamiento. Lo hará en base a la experiencia desarrollada en Valladolid desde hace 14 años, cuyos resultados se consideran satisfactorios, según el jefe de servicio de Atención a la Diversidad, Angel Maricalva.Durante la celebración en Segovia de un curso sobre violencia escolar, organizado por la Fundación Universidad de Verano de Castilla y León, el coordinador general de la consejería, Francisco Álvarez Guisasola, explicó que alrededor del 30% de los centros escolares de esta comunidad registran situaciones de conflictos entre alumnos y un 12% entre alumnos y profesores, con una población en escolaridad obligatoria cercana a los 400.000 escolares, entre 6 y 16 años. No obstante, los expertos sostienen que los casos muy graves no alcanzan el 10% y que la cifra de hipotéticos usuarios del servicio se situaría en uno por cada 400, dependiendo de las zonas.

Concebido como una experiencia novedosa, el servicio -formado por psicólogos y pedagogos- abordará la intervención en la escuela, pero también existirá la posibilidad de que el alumno fuera a la sede de éste, donde habrá un aula de observación en la que se puede estudiar su conducta. Para Maricalva, los alumnos con alteraciones graves, de los que más de un 20% necesitarían asistencia especializada -psicológica o psiquiátrica-, suelen padecer desajustes por razones de personalidad y de inadaptación social o cultural. Guisasola ha asegurado que este tipo de servicio multidisciplinar por provincias se llevará a cabo a lo largo de este curso, aunque su diseño curricular está aún por definir.

El director del curso sobre violencia escolar, José Ignacio Recio, es partidario de que los trastornos del comportamiento sean abordados desde el centro escolar, lo que no exime para que haya situaciones muy puntuales y patológicas que necesiten una intervención fuera, pero debe partir de una serie de principios de integración. En este sentido, advirtió que, a veces, existe cierta tendencia a retirar al chaval de la situación educativa, "cuando lo que hay que ver es si hay que trabajar en el centro o, si tiene una patología extrema que aconseje sacarle". Aunque Recio considera que son preocupantes los problemas de violencia escolar en España y que hay que abordarlos con iniciativas de prevención, añade que "no se ha llegado a la alarma social de otros países de Europa". A su juicio, "hay tendencia a pensar que en los centros escolares españoles existe una situación de campo de batalla, lo cual es incierto, aunque lo que sí hay son chavales con problemas de adaptación, pero no se produce una violencia grave, salvo casos muy esporádicos".

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