El Consell impulsa una sociedad mixta que gestione una planta de regasificación y participe en Enagas

El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, confesó el pasado junio su interés en que la "sociedad valenciana" participara activamente en la liberalización del mercado del gas, un recurso energético del que depende la industria azulejera de Castellón. Ayer, el consejero de Industria, Fernando Castelló, concretó la fórmula elegida por el Gobierno valenciano. El Consell promueve la creación de una sociedad en la que participen empresas e instituciones. El consejero de Industria fue bastante impreciso a la hora de concretar el proyecto. Pero la primera iniciativa de esta sociedad será la construcción de una planta regasificadora en el polígono El Serrallo de Castellón. Esta planta permite la transformación de gas licuado en gas de uso industrial, listo para ser suministrado a los clientes. La existencia de esta instalación amplía´ las opciones de los empresarios cerámicos para elegir suministrador de gas, rompiendo su dependencia de Gas Natural y del yacimiento de Argelia.

Existen ejemplos en otras comunidades autónomas. El Gobierno vasco, por ejemplo, ha impulsado una planta de regasificación en el Puerto de Bilbao que garantiza el autoabastecimiento de gas y la diversificación de las fuentes de suministro. Es promotor el Ente Vasco de Energía, organismo público, y las empresas privadas Repsol, Iberdrola y Amoco. La composición de la sociedad valenciana podría ser parecida.

El segundo objetivo sería la entrada de esta sociedad mixta en el accionariado de Enagas, filial de Gas Natural y propietaria de la red de distribución. La salida a Bolsa del 65% de Enagas, prevista el año próximo, es la única vía para participar de forma activa en el sector.

La respuesta de la patronal cerámica (Ascer) al anuncio del consejero fue más que exigua. "Ascer conoce el proyecto y apoya cualquier iniciativa que redunde en la competitividad del sector", dijeron. "La participación de Ascer depende de la consejería", agregaron. El proyecto está más avanzado de lo que parece. De hecho, la participación de los empresarios oscilaría entre un 5% y un 10%, aunque no está definido el modo, dado que Ascer es una asociación sin ánimo de lucro. Se plantea, además, la inclusión de otras instituciones, es el caso de las cajas de ahorros valencianas, que serían las que aportaran el capital necesario para que la participación fuera algo más que simbólica.