Más de 7.000 personas se manifiestan en Barbate para exigir seguridad tras la muerte de un policía

Más de 7.000 personas se manifestaron ayer en Barbate (Cádiz) para exigir al Ministerio del Interior medidas contundentes contra la inseguridad ciudadana y el narcotráfico pocos días después de que un policía local muriese tras una discusión con el conductor de un ciclomotor que ignoró dos controles de tráfico. La autopsia practicada al cuerpo de Diego Pérez Rodríguez (60 años), el cabo fallecido el pasado domingo tras ser increpado y golpeado por el conductor del ciclomotor, ha certificado que el fallecimiento se produjo por causas violentas y no por un infarto, como se sospechaba inicialmente.

El informe forense detecta lesiones en hígado y bazo, lo que le ocasionó al agente una hemorragia interna letal, según afirmó ayer el alcalde de Barbate, el popular Juan Manuel de Jesús. Los hechos ocurrieron en la noche del domingo, cuando el policía fue golpeado por Francisco Javier A.V., de 35 años, quien se había saltado dos controles de tráfico en su ciclomotor, cuando intentaba identificarlo.La primera versión policial apuntaba a que Diego Pérez también había sido golpeado en el pecho, a la vez que insultado y amenazado por A.M.L.G., una persona que presenciaba los hechos. Ambos ingresaron el miércoles en prisión por orden de la juez sustituta de la localidad, que los acusa de ser supuestos autores de los delitos de desórdenes públicos, amenazas y atentado a un agente con resultado de muerte.

Para protestar por la muerte del cabo, una persona muy apreciada en el pueblo, y para exigir medidas contundentes, más de 7.000 barbateños salieron ayer a la calle, convocados por el ayuntamiento, los partidos políticos, los sindicatos y diversos colectivos ciudadanos. Tras dos horas de manifestación por las calles del pueblo, el alcalde leyó un comunicado en el que reclamó mayor presencia de los efectivos policiales y lamentó la actitud de muchos jóvenes que "ante el dinero fácil han abandonado los estudios o la aspiración a un trabajo digno y honesto y han degenerado en una línea de conducta que hacen imposible la convivencia ciudadana, y hacen peligrar la seguridad e impiden el desarrollo normal" de la ciudad.

El desprecio a las normas de circulación se ha instalado e intensificado en Barbate desde hace varios años. Se trata de un fenómeno provocado por la colaboración de cientos de jóvenes, denominados busquimanos, con las bandas dedicadas a la introducción de hachís por las costas barbateñas. El manejo de dinero fácil ha provocado que la localidad posea una de las tasas más elevadas de la provincia de ciclomotores y motocicletas. La Policía Local se ha confesado incapaz de controlar la situación sin ayuda externa y el subdelegado del Gobierno, Miguel Osuna, ha admitido la "pérdida del sentido de la autoridad" en la localidad.

Los grupos de la oposición municipal (PSOE, IU y PA) han solicitado la dimisión de Osuna, al que acusan de inactividad.