Vitoria reabre el debate sobre la conveniencia del tranvía tres años después de rechazar su instalación

La política es capaz de convertir en necesario lo que se consideraba inútil hace tres años. Sólo así se entiende que Vitoria reabra el debate sobre la conveniencia del tranvía cuando sólo han transcurrido tres años desde que el Ayuntamiento rechazó la propuesta del entonces consejero de Transportes, José Antonio Maturana. Ahora, tras comprobar el éxito de la iniciativa en otras ciudades, se ha propuesto de nuevo la idea y esta vez ha calado entre los partidos. En octubre se creará una comisión entre el Gobierno vasco, la Diputación y el Ayuntamiento para buscar soluciones.

Alternativas de trazado

Tranvía sí, tranvía no. Vitoria fue una de las primeras ciudades españolas en plantearse este debate. Tras más de un año de discusiones (de 1996 a 1997), el Ayuntamiento dijo no a la propuesta del Gobierno vasco, que estaba dispuesto a sufragar el gasto de 3.000 millones que suponía la iniciativa. Sólo los socialistas -compañeros de partido de Maturana- y, con ciertas reticencias, el PNV del entonces alcalde, José Ángel Cuerda, se manifestaron a favor. El resto, sobre todo los partidos que forman el actual equipo de gobierno municipal (PP y UA), se colocaron en contra, después de un amplio debate social. En tres años las opiniones han cambiado y se ha originado una corriente generalizada favorable al proyecto. En este tiempo, otras ciudades han adelantado a Vitoria. El ejemplo más cercano se ve en Bilbao.Ahora Vitoria reabre el debate desde cero, sin una oferta firme de financiación. Lo ha sacado del arcón el Ayuntamiento, que ya dispone de un nuevo estudio preliminar. Se trata de un anexo al estudio del soterramiento del futuro ferrocarril de alta velocidad a su paso por Vitoria. En el trabajo encargado a la ingeniería Sener se propone implantar el metro ligero en tres fases sucesivas. También la Diputación, aunque carece de competencias, participa en la discusión contribuyendo con 25 millones. El presupuesto foral incluye este año una partida para suscribir un convenio con el Ayuntamiento mediante en cual se pueda redactar el "proyecto definitivo".

También el Gobierno vasco ha dado pasos por su cuenta. Ha encargado un estudio preliminar a una empresa sobre las posibilidades de éxito del tranvía en Vitoria. Para aunar los esfuerzos y buscar una solución, las tres instituciones crearán en octubre una comisión mixta entre responsables políticos y técnicos con el fin de, primero, decidir si se construye o no una línea de tranvía y, acto seguido, empezar de nuevo una serie de estudios similares a los que fueron rechazados en la anterior legislatura.

El consejero de Transportes, Álvaro Amann, compareció ayer ante las Juntas Generales de Álava y aseguró que la semana próxima se reunirá con el concejal de Urbanismo, Jorge Ibarrondo, para establecer el calendario de la comisión. El Gobierno vasco aportará algunas ideas para emprender las primeras líneas de actuación. "Habría que actualizar primero los estudios de movilidad, de modo que podamos saber con certeza cómo se desplazan los vitorianos por la ciudad y qué modalidades de transporte utilizan", explicó ayer el consejero.

Una vez que se conozcan estos detalles, se continuarán los trabajos. "A partir de ahí, se buscarán alternativas de trazado. Habrá que ver si nos sirve el recorrido que se realizó en la anterior legislatura o no. Habría que recuperar todo el material del que se disponga". La idea propuesta hace cuatro años por Maturana consistía en dos líneas de tranvía, que unían el barrio de Lakua (donde se encuentra la sede del Gobierno vasco) con el centro de la ciudad. En otro estudio, el encargado por el Ayuntamiento a Sener, se plantea una primera línea desde Lakua hasta el sureste de la ciudad (en el barrio de Santa Lucía). En fases siguientes se propone un anillo en torno al Casco Viejo y, finalmente, una extensión de la red a los futuros barrios de Salburua y Zabalgana.Dentro del calendario de trabajo que llevará a la comisión en octubre, Amann propondrá que, una vez que se hayan realizado los pasos y estudios señalados con anterioridad, se saquen a concurso unos nuevos estudios. Sobre financiación, el Gobierno vasco no se pronuncia todavía con absoluta claridad. El consejero de Transportes recordó simplemente que ha aportado el 55% en el proyecto de Bilbao, y el resto, el Ayuntamiento y la Diputación. En Vitoria quisiera repetir una fórmula similar.