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Kohl reivindica para la CDU la unidad de Alemania y la actual visión europea

Pilar Bonet

El ex canciller federal alemán, el democristiano Helmut Kohl, y la presidenta de la Unión Cristiana Democrática (CDU), Angela Merkel, cerraron filas ayer en Berlín para advertir a sus adversarios políticos, los dirigentes socialdemócratas y verdes que hoy gobiernan en Alemania, que no se dejarán arrebatar los méritos por la reunificación del país ni renunciarán a la visión de una gran Europa ampliada. Con esta manifestación de unidad entre Kohl y Merkel se iniciaron ayer las festividades conmemorativas del décimo aniversario de la reunificación alemana. El acto al que asistían los dos políticos democristianos, titulado Europa y la unidad alemana, contaba con invitados internacionales como el ex presidente de la Comisión Europea Jacques Delors y el ministro de Exteriores de Polonia, Wladyslaw Bartoszewski, y había sido organizado por la fundación Konrad Adenauer. Su escenario era el Tränenpalast, el lugar donde en el pasado se separaban los alemanes del Este y el Oeste antes de que éstos cruzaran la frontera por el paso de Freidrichstrasse.

Merkel, que instó públicamente a la ruptura con Kohl cuando el escándalo de las cuentas clandestinas estaba en su punto álgido, adoptó ayer un tono fraternal que le fue correspondido por el artífice de la unidad alemana. La presidenta de la CDU, que se crió y formó en la RDA, dijo alegrarse de estar en compañía del canciller "tras largo tiempo". Desde su última aparición conjunta dedicada a política exterior, en mayo de 1999 durante la campaña electoral al Parlamento europeo, han pasado "muchos meses difíciles para todos nosotros", dijo Merkel, según la cual "lo decisivo, sin embargo, es el pensamiento que nos une a ambos: la CDU es el partido de la unidad alemana y de la unidad europea". La presidenta de la CDU instó a recuperar de nuevo con urgencia el proyecto político de Europa. Alemania, subrayó, debe ser el abogado de la ampliación europea y, junto con Francia, debe desempeñar el papel de "punta dinámica" de Europa.

Mientras Merkel abordó el proyecto de futuro, Kohl se concentró en la defensa de la herencia del pasado y atacó de forma furibunda a los dirigentes socialdemócratas y verdes que, según él, no sólo no fueron capaces de prever la reunificación, sino que actuaron en contra de los principios constitucionales recogidos en la ley fundamental al renunciar a aquella visión política. "A diferencia de muchos socialdemócratas y de la mayoría de los verdes, la CDU se ha visto a sí misma desde su fundación como el partido de la unidad alemana, y lo sigue siendo hasta hoy", sentenció el ex canciller. No contento con acusaciones abstractas, Kohl sacó de los archivos frases textuales atribuidas al presidente federal, el socialdemócrata Johannes Rau, al canciller Gerhard Schröder y al ministro de Exteriores, Joschka Fischer, en las que todos ellos renuncian de forma clara a la reunificación alemana. Por si alguien tuviera dudas, Kohl dio las fechas en las cuales las frases en cuestión habían sido pronunciadas. El ex canciller no resistió la tentación de aludir de pasada a las investigaciones que todavía pesan sobre él. "¡Y a mí se me ha reprochado haber transgredido la Constitución!", exclamó con cierto resentimiento.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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