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Cultura y las editoriales andaluzas cierran filas en contra de la liberalización del precio de los libros

La Consejería de Cultura y la Asociación de Editores Andaluces preparan un pacto en defensa del libro. La posibilidad de que el Gobierno central liberalice el precio de los libros ha llenado de temor a los editores andaluces, que opinan que esta medida puede acarrear su desaparición. La consejera de Cultura, Carmen Calvo, y representantes del sector editorial andaluz se reunieron ayer para intentar garantizar la continuidad de una actividad que ha crecido de forma notable en los últimos años. El pacto irá acompañado de una inyección económica que Calvo no pudo precisar.

"Peligro de desaparición"

La consejera recordó, en una conferencia de prensa tras la reunión celebrada en el Palacio de Altamira, que la defensa del libro es esencial en una región que "se ha incorporado a la lectura muy recientemente". "Vamos a hacer un pacto andaluz por el libro que estará terminado a final de año y que coincidirá con los presupuestos de 2001. El pacto incluirá distintas medidas de fomento de la lectura hasta el final de la legislatura", agregó. Calvo cifró en 1.500 millones la inversión de Cultura en el presupuesto de 2000. La consejera se comprometió a que las inversiones de 2001 y del resto de la legislatura sean mayores. "El Gobierno [central] ha tomado ya unas primeras medidas de liberalización que han afectado a los libros de texto. Las medidas se pueden ampliar a todos los libros. Nosotros queremos contestar a esas medidas. Hemos pedido públicamente a la ministra de Educación, Cultura y Deporte [Pilar del Castillo] que no tome estas medidas sin escuchar los argumentos de Andalucía", añadió.

Cultura y la Asociación de Editores Andaluces, que agrupa a medio centenar de empresas, pactaron ayer unos objetivos básicos: apoyo al sector como actividad empresarial en colaboración con la Consejería de Trabajo e Industria; propiciar el acceso a los libros al mayor número de ciudadanos; potenciar el desarrollo de una industria editorial propia, a la que la supresión del precio fijo de los libros llevaría a "un peligro de desaparición gravísimo"; apoyar a los creadores andaluces; y fomentar los hábitos de lectura.Calvo recordó que "los países que han quitado el precio fijo del libro han tenido que dar marcha atrás con un coste muy alto". "En Francia se cerraron 2.000 librerías. No existe ninguna dictadura a la que no se le haya ocurrido otra cosa que quemar libros", comentó.

Calvo reconoció que si el Gobierno central aprueba la supresión del precio fijo, la Consejería no podría hacer nada. "Hemos consultado jurídicamente si teníamos alguna posibilidad de reacción. Lo único que podríamos hacer es controlar que esa medida no se extralimite en las grandes superficies. Nos sentiríamos desarmados ante una reacción de ese tipo", dijo la consejera.

El presidente de la Asociación de Editores Andaluces, Jesús Peláez, recordó que los proyectos de liberalización del precio del libro coinciden "con un momento en que la lectura está amenazada por tanto ruido y bullicio". "Y todo esto ocurre porque tenemos miedo a la soledad. Tenemos que tener encendida la televisión para no tener miedo. Los andaluces dedicamos 7,5 años de nuestra vida a ver la televisión entre los 18 y los 65 años", explicó Peláez.

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El presidente de la Asociación de Editores Andaluces señaló que la liberalización podría suponer "la desaparición de las pequeñas librerías de los pueblos". "Los ciudadanos que viven en pequeñas aldeas y pueblos no tendrían acceso al libro", indicó. "Se terminará con las pequeñas editoriales y con una red cultural cuya formación ha costado tantos años", dijo Pelaéz.

El vicepresidente de la Asociación de Editores Andaluces, Francisco Argüelles, recalcó que la medida sería "un verdadero desastre para las pequeñas librerías". "Andalucía es una región en la que muchos autores empiezan publicando con tiradas cortas. Andalucía sufriría esto de una forma más dura. En Cataluña, en cambio, hay grandes librerías que pueden aguantar el tirón", concluyó Argüelles.

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