"Marruecos necesita democracia y apoyo para desarrollarse"

Mohamed Sereffi (Tánger, 1952), es coordinador del programa de lucha contra la pobreza en el norte de Marruecos articulado por la ONU y Ministerio de Empleo y Desarrollo Social de este país. Su militancia de izquierdas le costó 17 años de cárcel. Ahora trabaja para concienciar a todas las administraciones de la necesidad de actuar en el ámbito social, sanitario y educativo. Pregunta. ¿Cuál es el objetivo del programa que dirige?

Respuesta. Aportar una nueva visión al desarrollo social con participación ciudadana, de los municipios y los ministerios. El objetivo esencial es luchar contra todos los aspectos de la pobreza, que hoy día llega a más del 50%. Cuando hablo pobreza me refiero a gente que tiene como recurso financiero un dólar diario (190 pesetas).

P. ¿Hay un solo origen al que atribuir esta situación?

R. Hay muchos, esencialmente el reparto de la riqueza. A nivel político, el despotismo se ha trasladado al nivel económico y ha dado como resultado un empobrecimiento enorme del campo y de la mano de obra al servicio del capital marroquí y extranjero.

P. ¿Qué responsabilidad tiene Occidente en la situación de Marruecos?

R. Directa, ninguna. España, que participa activamente en el desarrollo del Norte del país, puede tener responsabilidad histórica.

P. ¿Qué instrumentos precisa para su lucha?

R. El instrumento principal es la creación de un Estado de derecho, en el que cada ciudadano tenga sus derechos y sus obligaciones. Necesitamos democracia y apoyo de Occidente y, en particular, de España. Las relaciones con España son tan fuertes que muchas veces es como la del barco y el ancla: si el ancla, que es el Sur, pesa mucho y nuestros problemas son muy agudos, el barco se va a pique; si pesa poco, se va a la deriva. La responsabilidad española no sólo es cooperar puntualmente sino que Marruecos tenga un desarrollo político. Pienso en el resurgimiento y consolidación del integrismo en el mundo árabe. Marruecos resiste, pero ¿hasta cuando resistirá este fenómeno?

P. ¿La emigración de jóvenes supone perder el futuro del país?

R. Es un potencial enorme el que se va, pero la tasa de natalidad está casi al 3,7% y el 75% de la población tiene de cero a 35 años. Pero no se olvide que hay sectores de la agroindustria española que también los necesita.

P. ¿Y qué propone para evitar las muertes en el Estrecho?

R. Europa tiene gran experiencia en los convenios para la emigración desde los sesenta. Estamos en un periodo de crear nuevos convenios y organizar ese emigración y el trabajo legal. Hay que integrar a los inmigrantes porque si sigue así la cosa, lo de El Ejido, aún siendo ocasional, puede ir a más.