El precio del gasóleo provoca un nuevo 'boquete' en el sector

Bloqueo y amarre

El alza en el precio del petróleo ha abierto un nuevo boquete en un sector seriamente lastrado por la falta de acuerdo con Marruecos. Una coincidencia que ha colmado la paciencia de marineros y armadores andaluces, que han estado al frente de las movilizaciones que buscan desde hace una semana forzar al Gobierno a aprobar compensaciones económicas. Las tractoradas han abierto la primera mesa de negociación, aún sin resultado alguno, con las asociaciones agrarias. Pero los actos de protesta de los pescadores (fundamentalmente andaluces, valencianos y catalanes) han hecho que el subsecretario del Ministerio de Agricultura y Pesca, Manuel Lamela, reciba esta tarde en Madrid a una nutrida representación de marineros y armadores. Mientras, las movilizaciones continúan y, a no ser que la reunión dé sus frutos, hay convocada una concentración de protesta ante el Ministerio para el próximo viernes. El sector también intervendrá, en principio, en el paro general convocado por la patronal de los transportistas para los días 2 y 3 de octubre.

La flota andaluza permanecía ayer amarrada casi en su totalidad, y sólo las cofradías malagueñas habían decidido empezar a a salir a faenar a partir de hoy. En Motril, una barrera de barcos impidió por tercer día consecutivo el atraque de dos petroleros en la planta distribuidora de CLH. Los pescadores del puerto granadino imitarán desde hoy a sus compañeros de Almería y contactarán con comerciantes de la zona para impedir la venta de pescado procedente de Marruecos.

En una reunión en Punta Umbría, las cofradías onubeneses acordaron seguir con el amarre y la campaña de protestas, que les ha llevado a intentar varias veces cortar el tráfico en el puente fronterizo que une Ayamonte con Portugal, además de bloquear durante varias horas la pasada semana la salida de carburantes desde el distribuidor de CLH anexo a la refinería La Rábida de Cepsa. Los pescadores onubenses, al igual que los gaditanos, además de mantener el amarre también han impedido la venta de pescado en las lonjas de la provincia. El gasóleo pesquero está exento del impuesto especial sobre hidrocarburos, pero eso no ha impedido que alza de los precios del petróleo se haya reflejado intensamente en los costes de los marineros (que tienen que pagar una parte del combustible) y armadores. Desde enero de 1999, según datos de la Consejería de Agricultura, el litro de gasóleo pesquero ha subido de 26 a 64 pesetas, casi el triple.

Los cálculos de la Consejería evidencian el impacto de esta subida: a los precios actuales, un barco de bajura tiene que afrontar un gasto de 44.000 pesetas al mes en combustible, uno dedicado a la pesca litoral tiene que pagar 714.000 pesetas y en los pesqueros de altura el coste se dispara a más de tres millones de pesetas.